Verónica, otra víctima del abuso y violencia

Trabaja, se esfuerza. Necesita el apoyo de la sociedad para salir adelante.

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-  Con su hija de meses en brazos, la pañalera en un brazo, y la bolsa de dulces en otro, Verónica López lucha por ganarse unos pesos para comprar alimentos. 

Cuando su bebé le pide alimento Verónica se aparta un poco de la gente para amamantarla, suspende la venta de dulces para cambiar el pañal y atender a la menor de sus hijas; son cuatro en total. 

Las tres hijas mayores de Verónica están internas en un orfanato, es la salida que encontró para protegerlas de la pobreza y los problemas que vivían a su lado. 

"El padre de ellas se drogaba, y no me daba dinero para mantenerlas. Lo conocí cuando estábamos en la secundaria y me casé siendo una niña, yo era ignorante de todas esas cosas, ahora me arrepiento de dejar la escuela”, comenta. 

Verónica relata su historia de sufrimiento porque no quiere que otras mujeres pasen lo mismo que ella. Si tuviera dinero le gustaría abrir un albergue para mujeres víctimas de la violencia. 

Los ojos se le llenan de lágrimas cuando piensa que está sola contra un mundo que la ignora. Vive de ‘arrimada’ con su madre, que es la que paga la renta de la casa. 

La segunda pareja de Verónica le daba tremendas golpizas, la última hizo que lo denunciara por violencia doméstica y terminara la relación. 

Su hija menor, a la que defendió frente a malos consejos
Su hija menor, a la que defendió frente a malos consejos

"Me ponía a trabajar en la calle al lado de él como animadores, pero él tomaba mucho y me golpeaba también, así que decidí poner una denuncia y dejarlo". 

Cuando parecía que su mala suerte había quedado atrás Verónica entró a trabajar como doméstica en una casa de ricos, donde en ausencia de la patrona un trabajador de la misma casa abusó sexualmente.

"Pero nadie lo sabe, no quiero que se sepa porque tengo miedo que él me quite a mi niña”, dice. 

“Cuando estaba embarazada trabajé mucho para reunir el dinero del parto. Me dijeron que la abortara, que tomara esto y lo otro y yo no quise porque era mi hija y no me equivoqué porque la quiero mucho". 

Verónica es un ejemplo para las madres que regalan y hasta golpean a sus hijos. Pese a ser víctima no quiso abortar a su hija, a pesar que la ley la amparara. 

Actualmente Verónica toma cursos de cocina y de belleza, para superarse y vivir mejor cuando sus hijas salgan del orfanato donde estudiarán una carrera profesional. 

“Las veo cada semana y les llevo cosas de comer con la misma venta de dulces. Las lleve ahí porque quiero que se sean profesionistas y sepan defenderse de un hombre que les quiera hacer daño". 

Para vender sus dulces Verónica necesita una carriola para su hija. Camina mucho tiempo de un lado a otro debido a que la niña está enferma y debe llevarla al hospital. 

“Todo el día ando de allá para acá, trabajando. Los sábados voy a ver a mis hijas al orfanato y me canso mucho con la niña, quisiera una carriola pero el dinero no me alcanza".

Tener compasión de nuestros semejantes es un gran valor en un mundo cada vez más difícil. 

+¿CÓMO AYUDARLA? 

-Si tú quieres ayudar a Verónica puedes llamar al teléfono 834 24 6 59 35 donde se indicará dónde puedes dejar tu ayuda.

-Se necesitan una carriola, despensas y pañales etapa 2. 

NOTA: Los datos reales de Verónica se protegen  por su propia seguridad y la de su familia, al ser víctima de abuso sexual y violencia.