REBELDE.- La alcaldesa panista de Reynosa, Maki Esther Ortiz Domínguez, ya dejó claro que buscará la reelección en el cargo, el próximo uno de julio.
Con ello, avivará la enemistad que se trae con los más altas jerarquías de su partido en la entidad, y pondrá en aprietos al Comité Directivo Estatal del PAN, porque no es ningún secreto que ya hay prospectos para la candidatura por ese municipio.
Pero, además, si se empeña en su necedad de querer reelegirse seguramente tendrá que pelear ese derecho en los tribunales.
Es así porque, la ley electoral local dice que el alcalde que decida contender por la reelección lo deberá hacer bajo las siglas del mismo partido que lo llevo al poder, y se ve más que imposible que el PAN le vaya a dar ese aval.
Como quiera que sea hay tiempo suficiente para que alguien haga entrar en razón a la Presidenta Municipal, y la convenza de que llego el momento de desocupar la silla del gobierno fronterizo. Aquí es donde se podrá ver de qué están hechos los operadores blanquiazules.
QUEJA TRICOLOR.- Los diputados del PRI se quejaron desde la tribuna legislativa del presunto trato disparejo que reciben en la dictaminación de las iniciativas que presentan con respecto a las que ingresa el PAN.
No sabemos si tienen razón o no los tricolores, pero lo que sí es verdad es que, cuando el PRI tenía la mayoría en el Congreso, era su bancada la que se incurría en esa práctica de que se duele y el PAN el que se quejaba.
De hecho, por ahí en los archivos legislativos debe haber un antecedente de ello.
Nosotros hemos insistido en que la única alternativa de evitar esas y otras prácticas se requiere que haya un equilibrio entre las fuerzas partidistas que integran la legislatura, para poner fin a la aplanadora de quien ejerza la mayoría.
Pero para ello es necesario que haya un voto más razonado de los electores, y ello depende a su vez de que la oferta de los partidos sea verdaderamente atractiva.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
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