Fórmula policial.

URGENCIA.- Las autoridades estatales y municipales deben darse prisa en la construcción de lo que el discurso oficial identifica como “Policía de Proximidad”.

La urgencia de una corporación municipal resulta evidente ante el preocupante incremento que registran los delitos del fuero común.

Los robos, asaltos, y otros ilícitos domésticos como la violencia familiar, muestran un crecimiento desmesurado desde que aquellas policías municipales fueron eliminadas con el pretexto de la depuración de las corporaciones municipales.

La delincuencia común se agravó todavía más porque las fuerzas armadas y la Policía Estatal concentraron sus esfuerzos solamente en combatir los delitos de alto impacto y al crimen organizado. De esa manera, los raterillos, asaltantes, y todo un catálogo de infractores domésticos, encontraron un “paraíso” para operar porque ya no hubo policías que los combatiera. Bajo ese panorama, queda claro que no hay de otra que apresurar el resucitamiento de las Policías Preventivas Municipales.

Es muy cierto que las autoridades han hablado mucho sobre el tema y han ofrecido que trabajaran en la consolidación de la Policía de Proximidad, pero el punto es de que ya se están tardando mucho.

AFLOJENLE TANTITO.- Tamaulipas es una de las entidades del país con mayor rezago de Policías. La Organización no Gubernamental, “Causa Común”, asegura que los tamaulipecos apenas tenemos un policía por cada 10 mil habitantes cuando la media nacional es de 25.5 por cada 10 mil mexicanos. Tamaño problemón exige una solución del mismo calibre, por lo que no estaría nada mal que el Gobierno del Estado fuera pensando en flexibilizar los requisitos de ingreso a las corporaciones policiales estatales.

Aquí hemos reseñado en otras ocasiones lo que hicieron entidades como Nuevo León para incrementar el reclutamiento de Policías. Por ejemplo, los neoloneses disminuyeron a bachillerato el requisito de escolaridad para ingresar a la Policía Ministerial, bajo la exigencia de que una vez dentro, el policía estaba obligado a cursar una licenciatura.

De esa forma, Nuevo León pudo resolver en pocos años su déficit de policías, con el añadido de que los contratados eran jóvenes que apenas rebasaban los 18 años, lo cual en parte era garantía de que no estaban tan contaminados , o como se dice en el argot policial, tan “maleados”. No estaría mal entonces que Tamaulipas importara la fórmula regia porque el déficit de Policías aquí ronda los casi 10 mil elementos, de los cuales al menos mil pertenecen a la Policía Investigadora. ASI ANDAN LAS COSAS.