Austeridad priista

AUSTERIDAD CENECISTA.- De plano, los actuales son tiempos difíciles en el terreno económico para las organizaciones pertenecientes al PRI.
Así quedó claro durante el Foro para el Desarrollo del Campo tamaulipeco, organizado este lunes por la Liga de Comunidades Agrarias de la Confederación Nacional Campesina , (CNC), en Tamaulipas.
La CNC, liderada por Tino Sáenz, contrató un modesto salón de eventos sociales para el desarrollo del evento, y la limitación presupuestal fue tanta que no alcanzó ni siquiera para rentar un equipo de sonido que se usara en la conferencia de prensa.
Como consecuencia, ante la falta de un micrófono, el líder nacional de la CNC y Senador tricolor, Ismael Hernández Deras; el Procurador Agrario en el país, Cruz López Aguilar; y el diputado federal priista, Edgar Melhem, tuvieron que alzar la voz para atender a los periodistas.
De ese tamaño le está repercutiendo a las organizaciones priistas el hecho de que su partido ya no sea Gobierno en Tamaulipas.
RECLAMAN ASIENTO.- Por cierto, cosa rara pero el dirigente nacional de la CNC, arremetió fuerte contra el Gobierno federal de Enrique Peña Nieto, porque en las mesas de negociaciones del Tratado de Libre Comercio, no le han concedido un asiento al sector social del campo mexicano.
El legislador dijo aquí que ya hicieron un reclamo fuerte en ese sentido por lo que esperan que pronto los incorporen a las negociaciones.
Un tema que les preocupa a los campesinos del país es que, dentro del estira y afloja con Estados Unidos y Canadá, el gobierno mexicano vaya a usar como moneda de cambio al campo mexicano.
Dicho de otra forma, temen que se vayan a aceptar ajustes y candados en las exportaciones de granos a cambio de lograr beneficios en el tema manufacturero para salvar empleos.
“Nos preocupa que haya un impacto negativo para el campo” precisó Hernández Deras.
La pregunta es: ¿tendrá suficiente fuerza la CNC como para convencer al presidente Peña de que los voltee a ver y los escuche? Está difícil.
CRISIS PENITENCIARIA.- La violencia en las cárceles mexicanas llegará a su fin el día en que los Gobiernos lo quieran.
Parece simplista la afirmación pero tiene explicación. Y es que, mire usted, la crisis penitenciaria tiene su origen en la ausencia de voluntad política para inyectarle a las cárceles el suficiente presupuesto.
Ese regateo de recursos económicos al sistema carcelario ha dado origen a problemas de hacinamiento, de autogobiernos y de una fallida reinserción social de quienes cometieron un delito.
Todo eso junto se ha convertido en un coctel de fuego que ha sido el detonante de episodios violentos como los que ocurren recurrentemente en cárceles como la de Ciudad Victoria.
Por eso le digo que el día que los gobiernos quieran, resolverán el problema. Sólo basta que le inyecten dinero al tema para contratar suficientes custodios, ampliar los espacios carcelarios, y cumplir con la obligación de darle a los reos educación, trabajo, cultura y deporte, que son indispensables para lograr reinsertarlos socialmente.
Ojalá y que las autoridades se convenzan pronto de ello porque mientras sigan descuidando al último eslabón del sistema de justicia, de poco o nada sirven las multimillonarias inversiones hechas para fortalecer la prevención del delito y construir un nuevo modelo de enjuiciamiento penal.
Por lo pronto, en Tamaulipas el Gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, ya ha demostrado que quiere hacer las cosas diferentes a como las hacían sus antecesores.
Son evidentes los esfuerzos para revertir los rezagos y acabar con los vicios que se arraigaron durante años en el sistema penitenciario local, precisamente por la política de dejar hacer y dejar pasar que aplicaron los gobiernos del pasado.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com