APRENDAN VARONES: LLEVA 38 AÑOS DE TAXISTA

María Andrea, de 66 años, también condujo autobús de transporte público, y hasta fue despachadora de combustible

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Hace 38 años que María Andrea Cepeda Mancilla trabaja de taxista.

Desde entonces el esfuerzo para mantenerse en uno de los oficios más peligrosos y diseñados para hombres, es constante. 

Arriba de la unidad de taxi en el Sitio Jardín del 16 Hidalgo, María, de 66 años de edad y originaria del ejido San José de las Flores, espera la llegada de algún cliente. Es una mañana tranquila y soleada. 

"Yo escogí ser taxista por la necesidad que tenía de mantener a mis tres hijos. El salario de la gasolinera en el que trabajaba como despachadora no me alcanzaba para la educación de mis hijos, eran muchos gastos”, comenta. 

Al separarse de su marido, María quedó al cuidado de sus tres hijos, dos varones y una mujer. Apenas había concluido los estudios de secundaria y cuando se casó sólo sabía labores del hogar y manejar un auto. 

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El Sitio Jardín, su lugar de trabajo desde hace casi 40 años

"Mi primer trabajo de chofer fue en un microbús rojo de la ruta Moderna, una de las rutas más peligrosas en aquellos años, porque ya había pandillas y era una colonia muy difícil de recorrer, más para una mujer, ahí duré tres años”, explica. 

La salud de María se empezó a deteriorar arriba del microbús por las largas jornadas que permanecía "pegada" al asiento, un problema en los riñones y una carta de sus hijos la hizo buscar otra opción de trabajo. 

"Entonces encuentro una carta de mis hijos en mi propia casa, donde ellos expresaban su miedo de que me pasara algo y el sufrimiento que sentían al verme trabajar en el microbús". 

Un anuncio en el periódico donde solicitaban una dama de compañía con habilidades para manejar, resolvió el problema de María y sus hijos. 

"Me quedé a trabajar con una señora a la que llevaba a todas partes en su carro, pero entonces el hijo de la mujer abrió una gasolinera y me invitan a trabajar como despachadora de gasolina, siendo yo de las primeras mujeres en desempeñar ese trabajo en Ciudad Victoria". 

En el trabajo de la gasolinera María hizo amistad con taxistas a los que atendía en el suministro del líquido, el salario no le alcanzaba y comenzó a idear la posibilidad de convertirse en "taxista". 

" Mi primer taxi que compré con la liquidación de la gasolinera estaba muy viejo, me costó 5 mil pesos. Recuerdo que sólo le puse una torreta y me fui a estacionar afuera del Mercado, frente al Obrero, de donde salieron unas señoras que luego luego se querían subir al taxi, pero los taxistas de ese sitio no lo permitieron". 

De aquí sacó adelante a sus tres hijos
De aquí sacó adelante a sus tres hijos

Tan pronto los taxistas del mercado descubrieron el taxi de María, le impidieron circular. 

"Un tránsito me defendió ese día pero los días que siguieron fueron de mucho acoso por parte de los taxistas que no querían que una mujer les quitara su fuente de trabajo. Las mujeres confiaban más en mí, pero yo no podía con todo el trabajo". 

Con perseverancia y valentía María se ganó el respeto de los taxistas y se allegó más clientes porque trabaja todos los días de la semana, a cualquier hora que le llaman y a cualquier lugar donde le pidan llevarlos. 

"Ando de madrugada en cualquier Colonia, trabajo todos los días, de día o de noche. Acabo de pagar esta unidad en la agencia, pero soy una mujer ahorrativa y que no gasta de más”, comenta. 

Aún recuerda María los días difíciles cuando se limitaba hasta de tomar agua, para no desacompletar la matutención de sus hijos, era como quitarse el pan de la boca, todo por el gran amor y la responsabilidad que sentía tener con los suyos. 

"Los dos varones sólo estudiaron la Preparatoria porque así decidieron y mi hija se recibió de licenciada en nutrición. Todo salió del taxi, pero recuerdo que ni agua quería yo tomar para no gastar y guardar dinero para la escuela, estaba sola, no tenía apoyo de nadie". 

María, mujer valiente y entregada a sus deberes ¿Cuántas mujeres como ella que le ganan a sus necesidades a través de un humilde oficio y la fuerza de su voluntad?