Renuncia el presidente boliviano Evo Morales

Anunció este domingo su renuncia tras casi 14 años en el poder y en medio de la profunda crisis desatada por las denuncias de fraude en las elecciones

El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha comunicado su renuncia este 10 de noviembre tras una escalada de tensión tras los resultados de las elecciones generales que derivó en una ola de protestas y violencia en el país sudamericano.

Previamente, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas y el comandante general de la Policía de Bolivia habían sugerido la dimisión del mandatario para buscar la estabilización de la nación.

"Estamos dejando a Bolivia con soberanía e independencia de Estado [...] con dignidad e identidad del pueblo boliviano", manifestó el mandatario Morales al anunciar su dimisión desde Chimoré, en el departamento de Cochabamba.

Morales explica que decidió renunciar con el fin de que el excandidato Carlos Mesa y el opositor jefe del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, "no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales [...] para que no sigan quemando las casas" de funcionarios públicos, y para que dejen de "secuestrar y maltratar" a los familiares de los líderes indígenas.

"No es ninguna traición. La lucha sigue. Somos pueblo", indicó el saliente jefe de Estado, subrayando el notable nivel de desarrollo alcanzado por el país durante su mandato, pero condenando que grupos oligárquicos "conspiran contra la democracia".

"Es mi obligación, como primer presidente indígena y presidente de todos los bolivianos, buscar esta pacificación. Espero [que] Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje", declaró Morales, instando a la juventud a ser "humanos con los más humildes".



El vicepresidente dimite

Pronunciándose en torno a la renuncia del mandatario, Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, ha comunicado de la misma forma su dimisión.

"Me siento muy orgulloso de haber sido vicepresidente de un indígena, de un campesino. Y le seré siempre leal, estaré siempre a su lado, acompañándolo en las buenas y en las malas", manifestó.

"No vamos a restablecer el orden constitucional en base a la sangre y al fuego", indicó García Linera, que también ha renunciado a su cargo de presidente nato de la Asamblea Legislativa.

"El golpe de Estado se ha consumado", aseveró el vicepresidente del mandato de Evo Morales.

Poco antes se había reportado que Evo Morales habría abandonado Bolivia rumbo a Argentina. De acuerdo con la Fuerza Aérea boliviana, fue solicitado un plan de vuelo para que el avión del presidente boliviano sobrevolara el espacio aéreo de ese país.

"Esto es un golpe de Estado"
 

Evo Morales había convocado a nuevas elecciones generales en Bolicia "para buscar la paz" y en concordancia con una sugerencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

"Todo por la vida, todo por la patria, por la democracia y también por la justicia social", manifestó este mandatario.

Sin embargo, Morales condenó que los grupos cívicos no han aceptado el diálogo propuesto por su Gobierno y, pese a que se anunciaron nuevos comicios y se garantizó varias de sus exigencias, "ahora lo rechazan todo" y piden su "renuncia".

"Esto es conspirar contra la democracia, esto es un golpe de Estado", condenó el jefe de Estado boliviano antes de que se comunicara su renuncia.
 

El polémico recuento

Los problemas de Morales empezaron en la misma noche de las elecciones, cuando el Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspendió por sorpresa el conteo rápido con el 83% escrutado y con una tendencia que apuntaba a que iba a haber segunda vuelta entre el mandatario boliviano con el candidato opositor Carlos Mesa.

Al día siguiente, ese conteo rápido denominado Transmisión Rápida de Resultados Preliminares (TREP) se reactivó con un 95% de avance y con Morales ganando en primera vuelta por un estrecho margen.

Las sospechas que habían suscitado los extraños movimientos del TSE llevaron a la oposición a clamar un "fraude descarado". Incluso las misiones de observación de la OEA y la Unión Europea pidieron que hubiera segunda vuelta.

Pero Morales insistió en que él había ganado las elecciones y, en respuesta a las manifestaciones de la oposición, llamó a sus seguidores a "defender la democracia" en las calles y frenar un "golpe de Estado".

También aceptó que la OEA hiciera una auditoría del escrutinio. Pero las protestas continuaron, la oposición sospechaba de la OEA.

En su informe, la OEA denunció "irregularidades" y determinó que era estadísticamente improbable que Morales hubiese ganado por el margen de 10% que necesitaba para evitar una segunda ronda electoral.

La auditoría del organismo internacional también encontró actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas. En el informe de 13 páginas se señala que en muchos casos no se respetó la cadena de custodia de las actas y que hubo manipulación del sistema informático.

Morales respondió convocando nuevas elecciones y anunciando la renovación de la totalidad de vocales del Tribunal Supremo Electoral, que fueron duramente criticados por el manejo del conteo del mes pasado. Algo también recomendado por la OEA.

Pero eso no calmó las protestas opositoras. El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, respondió exigiendo la renuncia de todos los altos funcionarios y dejar el gobierno a una "junta de notables" para gestionar la transición.