Cómo potenciar nuestro sistema inmune

Al ser un sistema altamente complejo, no existe una manera sencilla y única, como comer algún alimento en especial, para mejorar su desempeño
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A falta de vacunas y terapias, ante el SARS-CoV-2 nuestra mejor defensa es la que naturalmente tiene nuestro cuerpo: el sistema inmune.

Al ser un sistema altamente complejo, no existe una manera sencilla y única, como comer algún alimento en especial, para mejorar el desempeño del sistema inmune; pero sí podemos llevar a cabo diversas acciones para mantenerlo funcionando de manera óptima. Son las siguientes cinco:

Reducir el estrés

En un nivel bajo de tensión nerviosa o estrés, la hormona cortisol puede mejorar la inmunidad normal de un individuo; pero, una vez que cruza cierto umbral, el exceso de cortisol en la sangre aumenta la inflamación y disminuye la producción de linfocitos, las células que son la primera línea de defensa del cuerpo contra las infecciones virales y bacterianas.

Recomendar calma en estos momentos puede parecer paradójico pero es muy necesario, sobre todo porque justamente la pandemia del coronavirus y los problemas económicos pueden estresarnos; además, los efectos del estrés funcionan de manera acumulativa y la tensión diaria puede acabar afectándonos.

Para combatirlo, procure tomar momentos de descanso y utilice técnicas de relajación, como la meditación.

Ejercitarse sin llegar al agotamiento

El ejercicio regular promueve la salud cardiovascular, disminuye la presión arterial, ayuda a controlar el peso corporal y ofrece protección contra enfermedades. El ejercicio también mejora la circulación sanguínea, permitiendo que las células del sistema inmunitario se muevan por el cuerpo más libremente y hagan su trabajo de manera más efectiva.

Sin embargo, el exceso de ejercicio y agotamiento pueden reducir el desempeño del sistema, por lo que cada persona debe ejercitarse y conocer sus propios límites para no excederse.

Comer bien, sobre todo frutas y verduras

Es un hecho demostrado que la pobreza conlleva una mayor cantidad de infecciones por falta de una alimentación adecuada que sostenga al sistema inmune; pero incluso entre quienes pueden comer bien no es raro encontrar deficiencias de micronutrientes, como zinc, selenio, hierro, cobre, ácido fólico y vitaminas A, B6, C y E que pueden reducir la respuesta inmune.

Una dieta equilibrada con frutas y verduras permite adquirir la proporción correcta de micronutrientes.

Dormir lo suficiente

Diversos estudios muestran que las personas que no duermen bien o no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de enfermarse después de exponerse a un virus.

Cuando dormimos, el cuerpo libera proteínas llamadas citoquinas, que son primordiales para combatir infecciones; además, cuando no duermes lo suficiente, la producción de anticuerpos y células inmunes se reduce.

La cantidad óptima de sueño para la mayoría de los adultos es entre siete y ocho horas. Sin embargo, los niños y adolescentes en edad escolar pueden necesitar hasta 10 horas.

No fumar

Si bien no existe un factor que funcione por sí solo como activador del sistema inmune, fumar tabaco es la actividad que por sí sola más deprime el sistema inmune haciéndonos más susceptibles a las infecciones y prolongando el tiempo de convalecencia una vez que ya se adquirieron.

Además, como reduce la cantidad de antioxidantes que tenemos en la sangre, aumenta la probabilidad de que nos enfermedades no infecciosas como el cáncer

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