Estos son los riesgos de llevar a tu bebé al cine
Un tuitero puso en discusión los problemas de salud que desarrollan los menores de tres años por asistir a una sala de cine, debido a que se exponen a altos decibeles durante la proyección de una película.
Luego de que Cinépolis Campeche prohibiera la entrada de personas acompañadas por niños de tres años o menos, el usuario identificado como Ángel González, quien asegura ser diseñador sonoro, indicó que esta medida es para la seguridad de los bebés y no es discriminatoria.
En su cuenta de Twitter, el joven indicó que el sonido que se reproduce en una sala de cine puede afectar a los niños, ya que algunas películas alcanzan hasta 120 dB, 10 menos comparado con el despegue de un avión.
“Una película de acción de Hollywood puede tener escenas que alcancen los 120dB. Como perspectiva: un concierto ronda por ahí de los 110dB, un avión despegando (si estuvieras parado junto a la pista) alcanza los 130dB”.
“No es sano para los bebés, sus tímpanos aún no se terminan de desarrollar, además de que la impresión y el susto de éste nivel de ruido les puede causar estrés por alerta constante. ¿NO TE HAS FIJADO QUE SE PONE A LLORAR EN LA FUNCIÓN?”, precisó en la red social.
Por su parte, el pediatra neonatólogo Iván Barrera Martínez, médico de la UNAM, explicó a Verne que cuando un menor se expone a altos niveles de ruido, como los que se experimentan en una sala de cine, puede tener consecuencias, como padecer estrés psicológico y ansiedad.
“La Organización Mundial de la Salud indica que los adultos no pueden escuchar más de 80 decibeles (dB) en periodos largos de tiempo sin sufrir algún daño (…) En menores también hay una afectación”, aseguró.
De acuerdo con Barrera, algunas películas infantiles o de acción pueden alcanzar niveles de ruido de 120 dB, lo que explica que algunos menores se estresen en las salas de cine hasta el punto de hacerlos llorar.
Los niños que se exponen a entornos ruidosos pueden padecer estrés psicológico y ansiedad, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en 2015.
“Aunque no hay datos concretos, sí es evidente que los puede irritar, inquietar y pueden tener problemas de concentración futura (…) Sin hacer mención a alguna implicación social, como pediatra puedo decir que no es de ningún modo recomendable llevar a menores de tres años al cine”, subraya el especialista.