Es Stand up comedy la profesión del momento

“Se puede vivir bien de esto, es una profesión... me dedico sólo a hacer stand up”. Alex Fernández

El micrófono, un aparato electrónico que reproduce sonidos, para ellos es el transformador de sus ideas. En bares, teatros y auditorios de todo México, miles de personas se reúnen para verlos y reír con sus anécdotas contadas.

Importado hace diez años desde Estados Unidos, el stand up comedy es una forma de vida creciente en la Ciudad de México, pero ahora con un toque muy mexicano; así lo platica Alex Fernández, comediante y escritor mexicano, quien a sus 32 años de edad exhibe un especial de comedia en una plataforma a la carta.

Sudor en las manos, nervios y una luz incesante que impide ver directamente a las personas que van a presenciar los shows, son parte de la comedia en vivo o stand up.

  • En la percepción del standupero Martín León, es una excusa para subirse al escenario y decir cosas que en otro lugar no diría y generar empatía con el público por medio de la risa.

Creatividad y valentía son parte fundamental en esta profesión, además de una inversión de tres a cinco mil pesos para un curso inicial de stand up:

“El taller sí te da muchas bases y los principios de cómo empezar a escribir una rutina y yo creo que te ahorra muchos problemas al empezar en esta onda”. Iván Mendoza, estudiante y standupero en formación.

Es Stand up comedy la profesión del momento

Con la práctica, experiencia y aceptación de la audiencia, se pueden lograr remuneraciones de entre treinta y cincuenta mil pesos:

“Logro producir el dinero que necesito para mantener mi calidad de vida y sólo haciendo comedia, hoy me siento muy orgulloso y ya con la estabilidad económica para únicamente dedicarme al stand up y espero que esta etapa tan bonita de mi vida nunca termine”. Isaac Salame, profesor de stand up en la escuela de actuación CasAzul.

Los foros que presentan comedia son cada vez más, al igual que las oportunidades para los que se aventuran en la escena, según cuenta Iván Mendoza, quien viaja desde Ecatepec, Estado de México para presentar sus shows en las colonias Condesa y Roma, zona  donde se encuentran localizados los bares que dan pie a la escena.

“Por  ejemplo están los lunes en la Pulquería de los Insurgentes, los martes en Woko, miércoles en el BeerHall, todos céntricos, y a las diez de la noche, en esos shows llamados open mic no hay cover para el público”. Iván Mendoza

Subir al escenario, respirar profundo, ver a la gente y contar tres segundos antes del primer chiste, es la puerta correcta detrás de las risas de cientos de personas hambrientas de historias cotidianas de la vida de un standupero. Apoyado de las redes sociales, es un negocio creciente en la Ciudad de México y sus alrededores.