Príncipe molesto por el gasto millonario de la boda de su hijo

El futuro rey de Inglaterra por amor a su hijo menor solventó parte de los costosos gastos de la pareja real para que la ex actriz se sienta cómoda y querida en el Reino Unido
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El príncipe Carlos está “herido” por la decisión de su hijo menor, Harry, y de su esposa, Meghan Markle, de renunciar como miembros de la realeza británica, porque en silencio les ha dado millones de libras para financiar su lujoso estilo de vida y amueblar su hogar de Windsor en una muestra de amor por la pareja real desde que se casaron hace 20 meses.

Según los informes de la prensa inglesa, el padre de Harry aprovechó los ingresos privados de su propiedad del ducado de Cornualles para apoyar a los duques de Sussex porque estaba desesperado por mantenerlos felices en el Reino Unido y, particularmente, para apoyar a su nuera después de que ella se mudó a Gran Bretaña desde Toronto, Canadá.

El futuro rey de Inglaterra les ha estado dando en secreto a los duques de Sussex millones de libras de su propia fortuna para financiar sus caprichos. Según The Sun, le entregó mucho efectivo –que se cree que fue una suma de £ 3 millones anuales–.0, además de los £ 2,3 millones que él y Markle ya reciben por año del ducado de Cornualles. También financió gran parte de su boda en mayo de 2018, que se estimó en hasta £ 30 millones.

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“Hay mucho dolor dado que el príncipe de Gales ha hecho todo lo posible para ayudar a su hijo, a quien ama mucho, y apoyar a su nuera", dijo una fuente al Evening Standard.

Este lunes padre e hijo se enfrentaron por primera vez por la crisis de la abdicación en Sandringham con la reina Isabel II y el príncipe William también en la sala.

Markle se comunicó por videoconferencia para apoyar a su esposo desde Vancouver, donde se encuentra con su hijo Archie, de ochos meses. En tanto, Kate Middleton no estuvo presente y fue vista en el Palacio de Kensington.

Tras la reunión en medio de una crisis en la corona, la reina Isabel II habló por primera vez sobre la decisión que tomaron el pasado 8 de enero los duques de Sussex, quienes anunciaron que ponían fin a sus obligaciones como miembros de la familia real británica. "Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y de su familia. Mi familia y yo apoyamos por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”, señaló la soberana de 93 años mediante un comunicado, intentando poner así un freno al escándalo que escalaba en todo el Reino Unido.

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“Aunque hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas", remarcó Isabel, haciendo referencia a la “independencia financiera” a la que habían hecho mención los duques cuando comunicaron su decisión.

Isabel II se encargó de resaltar: “Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas".

En su comunicado la semana pasada, los Sussex expresaron que iban a renunciar al 5% que reciben de la Subvención Soberana -los fondos de los contribuyentes asignados a la reina para financiar a la familia real- y que querían seguir usando Frogmore Cottage -la residencia en Windsor a la cual la pareja se mudó hace solo nueve meses- como su residencia oficial, para que “su familia siempre tenga un lugar que llamar hogar en el Reino Unido”. Pero eso requerirá el permiso de Su Majestad, ya que sigue siendo de su propiedad. En simultáneo necesitarán establecer una segunda casa, ya sea en los EEUU o en Canadá.

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Horas antes de la cumbre de urgencia, los hermanos Harry y William negaron que hubiera una brecha entre ellos. En su primera declaración conjunta desde que estalló la crisis el miércoles pasado y fue para criticar una nota publicada este lunes por un periódico británico, en la cual se asegura que Meghan y Harry se alejaron de la familia real por un supuesto bullying de William.

“A pesar de las claras negaciones por nuestra parte, una noticia falsa apareció en un periódico del Reino Unido hoy especulando sobre la relación entre el duque de Sussex y el duque de Cambridge. Para los hermanos que se preocupan tanto por los problemas relacionados con la salud mental, el uso de lenguaje provocativo de esta manera es ofensivo y potencialmente dañino".

En tanto, para sumar ingredientes a esta historia interminable, el primer ministro canadiense se habría ofrecido a financiar la seguridad de los duques si finalmente decidieran residir en Canadá. Justin Trudeau, acordó que los contribuyentes en su país deberían pagar la enorme factura por la protección de la pareja mientras están en el país, según reportó el periódico británico Evening Standard.

Trudeau le aseguró en privado a la reina Isabel II que la seguridad de Harry, Meghan y Archie -el pequeño hijo de la pareja real- no se verá comprometida mientras residan allí.

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Pero se teme que la medida para pagar aproximadamente la mitad de la factura anual estimada de un millón de libras (unos USD 1,3 millones) podría conducir a una reacción “furiosa” en el país norteamericano y amenazar con dañar el prestigio de la monarquía allí.