Victoria, la fea

No sé quién vaya a ganar la elección para la alcaldía de Victoria. La verdad me da lo mismo. Cumpliré con ir a votar por quien considero la mejor opción, pero si gana o pierde me es indiferente.
Lo que no me dará lo mismo es que la Capital del Estado siga sumida en otros tres años de abandono, de rezago económico, de penurias, y de éxodo social como consecuencia de la terrible inseguridad pública que padecemos.
No podemos cerrar los ojos ante la realidad y negar que hoy Victoria es una de las capitales estatales más feas. Ya lo hemos comentado aquí: como asiento de los poderes estatales, nuestra urbe se quedó atrapada en el pasado.
Son muchos los factores que contribuyeron a ese rezago, pero sin duda uno de ellos ha sido el desinterés mostrado por las administraciones estatales para impulsar la transformación de Ciudad Victoria.
Por eso le digo que no me interesa mucho quién vaya a gobernar la capital durante los siguientes tres años, porque lo que realmente me importa es que quien sea el siguiente alcalde tenga la capacidad para quitarle a Victoria el estigma de rancho.
Ante ello, desde ahora quiero pedirle al que vaya a ser el próximo edil victorense, que tan pronto reciba su boleta de ganador se apresure a cerrar heridas con sus rivales, y se dedique de lleno a trabajar en el diseño de un proyecto viable que solucione los principales problemas del municipio.
En otras palabras, es importante que inmediatamente que concluya el proceso electoral, el triunfador se avoque a su chamba aunque la toma de posesión vaya a ser hasta octubre próximo.
Debe aprovechar ese periodo de transición para arrastrar el lápiz en la construcción de un plan de gobierno serio, que coloque en la prioridad de prioridades el conseguir que, por fin, Ciudad Victoria sea una digna capital de Tamaulipas.
Victoria merece, por ejemplo, tener un transporte de calidad; contar con una Policía propia, eficiente y confiable; disponer de buenos servicios públicos, y sobre todo contar con agua potable para todos. Es lo menos que nos merecemos los victorenses.
No es posible que teniendo a la mano una presa como la “Vicente Guerrero”, cerca de la mitad de las familias de Victoria sigan viviendo el suplicio de la escasez de agua.
Desde luego, esperamos también que más allá de quien gane el uno de julio, el gobierno en turno apoye al siguiente Presidente Municipal de Victoria. Por encima de partidos o ideologías debe estar el interés de los ciudadanos. Así debe ser siempre.

EL RESTO

Los diputados locales harán uso, a partir de hoy, de uno de sus privilegios más grandes: un periodo vacacional de tres meses.
Este miércoles cerrarán su periodo ordinario de sesiones para regresar ¡¡¡hasta el uno de octubre!!!
La verdad, los legisladores se la campechanean de lo lindo: sesionan una vez a la semana y vacacionan casi cuatro meses en el año.
Por eso es que cada tres años abundan aquellos que quieren ocupar una curul.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com