Miedo justificado

Ayer cuando me enteré de la propuesta de la Senadora de Morena, Olga Sánchez Cordero, de crear una Ley General para la Regulación y Control de la Cannabis Indica (marihuana), se me agravó el sentimiento de preocupación y miedo por lo que pueda sucederle a este país con el nuevo Gobierno que iniciará funciones el uno de diciembre.

Y créame, no es exageración cuando le hablo de miedo. Tampoco trato de deslegitimar con anticipación a la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador. Mi mayor deseo es de que nos vaya bien como país, pero los anuncios que está haciendo el Presidente electo y quienes serán sus colaboradores son para preocupar a cualquiera.

Un ejemplo de ello, es precisamente la iniciativa que acaba de presentar Sánchez Cordero, quien será la próxima Secretaría de Gobernación.

Propone la Senadora que legalizar el uso de la marihuana con fines personales, científicos y comerciales.

De acuerdo con la acción legislativa, se permitirá, a quien lo desee, la siembra, cultivo, cosecha, producción, transformación, etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, hasta la distribución, venta, comercialización, portación y consumo de la mariguana.

Si usted lo desea, podrá obtener una licencia, por cinco o diez años, para sembrar hasta 20 plantas de marihuana en su casa para consumo personal, siempre y cuando la producción no sobrepase 480 gramos al año.

No pude evitar reír cuando leí la sanción que establecerá la ley para quienes suministren marihuana a menores de edad. El castigo consistirá en ¡un arresto de 36 horas!.¿Usted cree que alguien se asustará por esa pena?

Y hay otra cosa: se creará un Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, que dispondrá de un padrón anónimo de personas que produzcan marihuana. Dependerá de la Secretaría de Salud.

¿Usted se imagina lo que se nos viene encima si prospera la iniciativa de Morena? Los riesgos para nuestros hijos serán enormes porque la posibilidad de que caigan en una situación de adicción crecerá significativamente por la facilidad para obtener la marihuana.

Por otra parte, la situación de inseguridad pública terminará agravándose, porque por más que se nos diga que la marihuana no es tan dañina para el ser humano, es innegable que alguien bajo los efectos de esa droga se torna totalmente peligroso.

Por todo eso y mucho más, le insisto que mi temor no es infundado ni exagerado. Preparémonos para lo peor.

 

EL RESTO

 

Por cierto, diputados locales de todas la fuerzas políticas, coincidieron en que sería una aberración legalizar el uso de la marihuana para fines recreativos.

Hay consenso en que el paso se debe dar pero sólo para fines médicos, en lo cual me parece que  hay respaldo social unánime. Ojalá y les llegue la cordura a los legisladores de Morena y a Andrés Manuel.

 

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com