El mayor desaire

Conocidos ya los resultados de la elección local del pasado domingo, hay una verdad indiscutible: el gran triunfador fue el mismo de siempre: el abstencionismo.
De hecho, ésta elección del dos de junio del 2019,  sentará precedente en los procesos electorales locales porque ha sido la más desairada por el electorado.
Que tres de cada diez electores hayan acudido a las urnas es desastroso y lamentable.
Son miles de millones de pesos los que se gastan en la organización de un proceso electoral como para que tan poquitos acudan a votar.
Habrá quienes digan o argumenten (y estoy de acuerdo), en que un factor que influyó en tan baja asistencia a las urnas fue que se estaba eligiendo a una de las figuras más desprestigiadas del poder público, como son los diputados.

Desde luego contó mucho la ignorancia en la gente acerca de la función de un legislador,

Sin embargo, ni con todo ello se justifica tan pobre votación.
Bajo esa realidad, me parece que la principal culpa ha sido de los organismos electorales por su evidente incapacidad para sensibilizar, concientizar o inducir al elector a que acuda a las urnas.
Ante ese escenario, alguna estrategia debe diseñarse para que al ciudadano le resulte atractivo acudir a ejercer su derecho y obligación del voto. No podemos permitirnos tanto desdén social en una elección porque entonces se pierde el sentido de la democracia.

Me parece, incluso, que es tiempo de que las autoridades encuentren la forma de sacarle provecho a las nuevas tecnologías.

Por ejemplo, en países como Estonia, Suiza, Francia y Canadá, entre otros, existe el llamado voto por internet, voto electrónico o voto telemático.

¿Por qué no hacerlo en México?  Soy un convencido de que el voto por internet pondría fin al abstencionismo,  porque más que desinterés en participar en la elección, es la flojera o la “hueva”, lo que propicia que el ciudadano no acuda a las urnas.

En ese sentido, si el Estado mexicano le da al elector la posibilidad de que vote desde cualquier lugar en que se encuentre, las elecciones serán mucho más confiables y llegaran a los cargos de elección popular los mejores perfiles.

Insisto: con tanto adelanto tecnológico a la mano, es tiempo de modernizar el sistema electoral.

No obstante, mientras eso sucede, las instancias electorales deben reforzar sus programas de educación electoral.  Es urgente diseñar una estrategia que llegue a más ciudadanos.

 

EL RESTO

 

POR POQUITO.- El reynosense, Gerardo Peña Flores, estuvo a muy poquito de quedarse en la raya en su búsqueda de una diputación local.

Lo salvó el hecho de que su partido, el PAN, haya perdido uno de los distritos electorales, y que haya estado posicionado en el número uno de la lista de candidatos de representación proporcional.

Con ello, “GP”, se alista para asumir la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, durante los siguientes dos años a partir de octubre próximo.

Falta un buen trecho para la sucesión gubernamental, pero Peña ya aparece en un lugar privilegiado de la lista de prospectos. ¿Le alcanzará?.

Por supuesto que quien anda más feliz por la llegada de Peña al Congreso, es el Contador, Rómulo Garza Martínez, porque eso le garantiza su nombramiento definitivo como titular de la Secretaría de Bienestar Social, de la que hoy funge como encargado de despacho.

En este mismo espacio le comenté, en su momento, que Garza es originario de Ciudad Mante, y su currículum dice que fue diputado federal y alcalde de Valles, San Luis Potosí.

Desde la Secretaría Técnica, fue uno de los hombres más cercanos a “GP”.

 

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com