A cruzar los dedos para que hayamos atinado

A la hora de redactar ésta colaboración, no se habían cerrado las casillas por lo que aventurar resultados sobre cuál de los partidos participantes se quedó con la mayoría de las 36 curules en disputa, hubiera sido irresponsable.

Por esa razón preferí dedicar el espacio a felicitarlo a usted y a todos aquellos que ejercieron ese derecho al voto, que, aunque usted no lo crea, nos hace motivo de envidia en muchos países donde la democracia es una simulación.

Si usted acudió a su casilla a cruzar su boleta, qué bueno. Mi reconocimiento verdadero porque es la única forma de ir poniéndole límites a los Gobiernos, y sobre todo de enseñarles que por más que nos intenten engañar y comprar, ya no somos fácilmente manipulables.

Entre seamos más los que en cada elección salgamos a votar tendremos mejores Diputados, mejores Alcaldes, mejores Gobernadores y mejores Presidentes de la República.

Cruzo los dedos para que, ésta vez hayamos elegido a los mejores representantes en la siguiente legislatura del Congreso del Estado, durante los siguientes dos años, contados a partir de octubre.

Tener diputados preparados profesionalmente y comprometidos con su responsabilidad se traducirá en buenas propuestas legislativas. Para eso son los diputados, para expedir nuevas leyes que responsan a la problemática social; para adecuar o modificar aquellas que ya se quedaron rezagadas, o para derogar las que de plano son obsoletas.

Desde luego que un legislador tiene otras tareas importantes, entre ellas las de fiscalizar el gasto público, pero definitivamente que su principal encomienda es la producción legislativa. Por eso es importante que quienes ocupen las curules sean los mejores perfiles.

También quiero aprovechar el espacio para hacer un llamado a todos aquellos que no votaron. A ellos hay que insistirles en que argumentos como el de que, “para qué voto si no sirve de nada”, o el de, “no pasa nada porque otros votarán”, solo contribuyen a que los partidos y los políticos sigan haciendo lo que quieren con el poder público.

En verdad, necesitamos valorar más ese logro que tenemos como país de poder ejercer el voto, y sobre todo que sea respetado.

No hace muchos años, los Gobiernos y el partido en el poder usaban todos los recursos a su alcance para torcer el resultado de las elecciones, y ahí sí, efectivamente, nuestro voto no contaba.

Hoy, sin embargo, se han logrado grandes avances Constitucionales y legales, que hacen prácticamente imposible “torcer” el resultado de una elección.

Por eso le insisto en la importancia de que valoremos ese derecho que tenemos como ciudadanos.

Si usted fue uno de los que, por la razón que haya sido, no votaron, lo exhorto a que recapacite y que en la siguiente elección se decida a cumplir ese derecho y obligación a la vez. No cuesta nada hacerlo, pero créame que el beneficio para usted en lo particular y para todos como sociedad es enorme.

Le reitero: Entre más seamos los que votemos, el Gobierno más se detendrá a la hora de los excesos.

 

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com