Consejo inútil

La semana pasada, dos diputados hicieron recomendaciones a los ciudadanos, para denunciar delitos de forma anónima sin que ello les implique un riesgo a ser identificados.

La legisladora del PAN, Teresa Aguilar Gutiérrez, aconsejó “comprar un chip de prepago y desde ahí llamar a las autoridades para exponerle la denuncia”.

Y dio otra alternativa: “o bien, que busquen un teléfono público para que no haya forma de que los identifiquen”.

Por su parte, el diputado del PRI, Anto Tovar, pidió a la Fiscalía General de Justicia del Estado, abrir un sitio de internet para que el ciudadano haga denuncias sin riesgo a ser identificado.

Me parece que, es de agradecerse a ambos diputados su interés por darnos ideas de canales de denuncia en los cuales no corramos peligro de ser identificados por la delincuencia cuando queramos reportar un ilícito.

Lamentablemente, en muchos delitos no basta la denuncia anónima porque se requiere forzosamente a comparecencia de la víctima para que se pueda activar el engranaje del sistema de justicia.

Bajo esa realidad me parece que los consejos de los dos diputados no sirven de mucho, sobre todo porque más allá del miedo a la delincuencia hay otro temor mayor de la sociedad que se basa en la desconfianza hacia la misma autoridad.

Bastantes personas le piensan mucho para acudir ante la Policía y las agencias del Ministerio Público, porque no confían en la discreción de los funcionarios policiales.

Desde luego que hay razón para desconfiar. Existen muchas historias de ciudadanos que cuando apenas se habían retirado de las oficinas del Ministerio Público fueron atacados por los delincuentes.

¿Cómo se enteraron los maleantes de que sus víctimas habían denunciado? La respuesta parece obvia: alguien de la misma autoridad los puso al tanto.

Frente a esa realidad apabullante, lo mejor que podrían hacer los diputados, y los Gobiernos, sería ponerse a trabajar en el diseño de una estrategia que permita garantizarle al ciudadano que su información quedará protegida al acudir a denunciar un ilícito.

Mientras eso no ocurra, la impunidad avasallante seguirá agravándose porque al no haber denuncias de por medio, los delincuentes seguirán teniendo vía libre para operar.

 

EL RESTO

 

BODA DEL AÑO.- La clase política estatal, sobre todo la panista, estuvo de plácemes el pasado fin de semana por la boda de la diputada local, Isis Cantú Manzano.

Cientos de invitados llenaron el Casino Victorense. Nos cuentan que el inmueble estuvo a reventar por el gran número de invitados.

Por supuesto que en la boda desfilaron la mayoría de los 36 diputados que integran la legislatura local. Ahí no hubo colores ni filias partidistas.

Nos cuentan que, “cupido” trae de cabeza a algunos otros diputados locales, por lo que no se descarta más matrimonios en el corto o mediano plazo.

DEL PLATO A LA BOCA.- Al vencerse la fecha fatal para registrar precandidaturas ante los órganos electorales, los partidos políticos definieron sus listas de prospectos a las diputaciones locales por la vía de mayoría y de representación proporcional.

Sin embargo, no todo está dicho. Nadie tiene segura su candidatura porque todavía caben las impugnaciones ante las instancias de justicia en materia electoral. En el caso de Morena, por ejemplo, hay varios juicios pendientes de resolver.  

 

ASÍ ANDAN LAS COSAS

roger_rogelio@hotmail.com