Ciudad Victoria, Tamaulipas.-Con 24 años de servicio como microbusero, Navor Reyes Castillo de 47 años recuerda con orgullo sus recorridos por distintas rutas, en especial la de San Luisito, donde trabajó los últimos 12 años antes de que su salud se deteriorara.
Hoy, su vida dio un giro completo: una enfermedad lo dejó sin movilidad, primero afectándole el lado izquierdo y después el derecho de su cuerpo.
Desde entonces, su esposa es el único sustento del hogar, realizando labores domésticas para llevar el pan a la mesa.
Sin embargo, los gastos médicos son constantes y complicados de cubrir. Navor necesita apoyo económico para comprar sus medicamentos y aliviar los malestares, sobre todo por la inflamación en una pierna que le impide incluso moverse.
Pese a las adversidades, vecinos solidarios le han tendido la mano, trayéndole artículos para que los venda afuera de su domicilio, en la calle 8 de la colonia Cañón de la Peregrina, entre avenida B y avenida C. “Gracias a Dios, mis vecinos no me dejan solo”, comenta con voz pausada pero agradecida.
Quien lo asiste todos los días es su hijo Jesús, de apenas 10 años. Con admirable entrega, el pequeño lo ayuda a levantarse, moverse, ir al baño y subirse a la cama. Entre los dos se aferran a la esperanza y a la bondad de quienes quieran sumar su ayuda.
Hoy más que nunca, Navor necesita del apoyo de la comunidad. Porque en momentos difíciles, somos más los buenos.



