Murió Panchita; su ejemplo ¡vivirá! 

Nunca demostró temor frente al cáncer. En el 77 Batallón la llegaron a designar "Soldado por un día".  

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-La madrugada del viernes Francisca Ramírez Hernández “Panchita”, perdió la batalla contra la leucemia y abrió sus alas al cielo.  

El fallecimiento de Panchita, joven de 14 años, deja un gran vacío entre las personas que la conocieron y sus compañeros de batalla, niños y niñas que como ella pelean contra el cáncer, devastadora enfermedad. 
 

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La página “Tapitas Tampico”, que apoya a niños y niñas con cáncer, informó el deceso de Panchita el viernes por la mañana. 

“Hoy a las 4:25 perdió la batalla una gran luchadora, una gran guerrera que a sus 14 años conquistó los corazones con su fortaleza y valor para enfrentar tan terrible mal”. 
 

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Para su familia, fortaleza y resignación. 

El cuerpo de Panchita sería velado en Chicontepec, Veracruz, pueblito de donde salió junto con su Madre hace dos años para someterse a tratamiento en el Hospital Infantil de Ciudad Victoria. 

A pesar de la leucemia y de las sesiones de quimioterapia, Panchita siempre estaba cerca para ayudar a otros niños y niñas con una palabra de aliento, presta para ayudar a los demás. 

Su madre Adriana Ramírez había solicitado el  1 de marzo donadores de sangre y plaquetas para enfrentar la recaída de Panchita.
 

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Fue una niña ejemplar, guerrera que nunca se dio por vencida. 

 

“Todo iba muy bien con mi hija pero tuvo una recaída, nosotros no somos de la Ciudad, venimos de un pueblo de Veracruz”, dijo entonces a Periódico 5inco. 

Antes, en el día de su cumpleaños, en noviembre de 2018, Panchita realizó el sueño de ser soldado por un día al portar el uniforme militar y recibir un nombramiento de parte del 77 batallón de Infantería.

Panchita fue una guerrera ejemplar, una soldado valiente que acató con entereza el tratamiento; una niña que se ganó el corazón de todos por su calidez, su amor y sus sonrisas. 

Que su recuerdo sirva para que otros niños y niñas tomen fuerzas en sus batallas, para que los hombres de ciencia se afanen más y descubran pronto la cura de la terrible enfermedad. 

Que sirva la historia de Panchita para ser más solidarios en la donación de sangre y en el amor al prójimo, en compartir lo poco o mucho que tenemos porque a cualquiera nos puede tocar.

¡Descanse en Paz Panchita y que Dios dé fortaleza a su madre, a su familia y amigos!