Lloró de felicidad al ver a su único hijo convertirse en cura

Desde niño, Néstor Daniel quería dedicarse a servir plenamente a Dios, dicen sus padres, quienes aparte tienen dos hijas
Compartir:

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- 

Don Héctor Refugio Sánchez lloró cuando su único hijo hombre reafirmó su decisión de ser sacerdote ante el obispo Oscar Efraín Tamez Villarreal, al inicio de una misa solemne celebrada este lunes al mediodía en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús.

Él procreó un caballero y dos damas con su esposa Olga Lilia Portes en la colonia Obrera, en donde hasta ahora tienen su hogar. 

Pero aclara que las lágrimas que derramó en esta ceremonia religiosa nada tuvieron que ver con el hecho de que Néstor Daniel no se casará, ni le dará nietos, que continúen con su apellido. 

“No, para nada (no estoy triste, porque mi hijo no va a continuar mi apellido, pues) desde que él me comunicó su decisión (de ser cura) ¡yo feliz!”, externa. 

Don Héctor voltea a ver a su alrededor y manifesta que, ahora los hijos espirituales de Néstor Daniel, también serán suyos:

“Todos estos que están aquí, también son hijos de nosotros”.

El entrevistado confiesa que una gran felicidad lo envolvió minutos antes de que él y su esposa dieran la bendición a su hijo, al momento de que este último subió al púlpito, para iniciar una vida al servicio de Dios. 

“Es algo que no se puede describir, es algo divino… no tienes palabras, no te salen palabras… son lágrimas, pero son lágrimas de felicidad”, expresa. 

Por su parte, Doña Olga dice que Néstor Daniel decidió ser presbítero desde que era un niño, cuando se puso la túnica de monaguillo en la basílica de Nuestra Señora del Refugio. 

A los 20 años de edad finalmente ingresó al Seminario de la Diócesis de Victoria, en donde estuvo 10 años, ya que la pandemia del Covid-19 suspendió actividades por 2 años.

“Estamos felices, es una decisión que él tomó; y pues, lo apoyamos”, apunta.

Don Refugio comenta que curiosamente él nació el 4 de julio, cuando se celebra la fiesta patronal de la basílica de Nuestra Señora del Refugio en Victoria. 

De tal manera que considera esto como una maravillosa coincidencia.