Las flores se dan en vida, celebra su cumpleaños con corona de flores
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Entre música de mariachi, flores elegidas con el corazón, pastel y la calidez de su gente, la señora Sara García Hernández celebró sus 63 años de vida como ella siempre lo soñó: rodeada de amor, de su familia y de quienes trabajan con ella todos los días.
La acompañaron su hija, sus nietos y su pequeño bisnieto, además de sus empleadas, clientes y seres queridos que forman parte de su historia en ese pequeño gran lugar que es su puesto de comida, el mismo que con orgullo ha sostenido durante casi diez años.
La celebración tuvo un detalle que conmovió a todos: una corona fúnebre de flores, un regalo poco común, pero profundamente significativo para ella.
Para doña Sara, las flores deben disfrutarse en vida: olerlas, mirarlas, sentirlas marchitarse con el tiempo, porque —como ella misma dice— después, ya no se ve ni se siente nada.
Este regalo fue entregado por Margarita, una de sus empleadas, quien durante tres años luchó con el miedo y la emoción de cumplir ese deseo.
No fue fácil, hubo lágrimas y dudas, pero al final entendió que regalar en vida también es un acto de amor y valentía.
Aunque al principio su familia, especialmente su hija Wendy, sentía tristeza y sorpresa ante la idea, hoy coinciden en algo: la felicidad de doña Sara lo vale todo. Verla sonreír, acomodar sus flores, agradecer y disfrutar el momento confirmó que honrar los deseos de quien amamos es el regalo más grande.
El mariachi, enviado por su hermano, llenó el ambiente de alegría, recordando que celebrar la vida también es cantar, abrazar y agradecer.
Con la serenidad que dan los años y la claridad del corazón, doña Sara dejó un mensaje sencillo pero poderoso:
“Todo se da en vida. El amor, el respeto, los detalles. Que Dios bendiga a mi familia y que siempre haya paz y felicidad.”
Cuando se le pidió describir su cumpleaños en tres palabras, no dudó:
Amor, paz y felicidad.
Una celebración distinta y auténtica.
Porque mientras hay vida, hay flores, hay música… y hay amor.