Irma: "Tuve 7 hijos y los regalé por su bien"

Más cuerda que muchos, quien es un personaje de la ciudad narra parte de la historia de su vida. Estudió en la Corregidora, fue reina de belleza; canta para ganarse la vida y le encanta pasear por el mercado Argüelles
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Más cuerda que muchos y con una tranquilidad asombrosa, Irma del Carmen, a la que muchos llaman "La Loca", que nació hace 77 años en esta capital, nos compartió parte de su historia.

Son las 4 de la tarde e Irma sale del mercado donde pasa casi todo el día ganando la vida en busca de algunas monedas que sus amigas y los que la aprecian depositan en su mandil. No le ha sido muy bien. En sus manos muestra las monedas de un peso mezcladas con migajas de pan que guarda para calmar su hambre mientras trabaja en lo que puede.



Alguien le pintó una bandera en la cara, para estar acorde a la fiesta nacional. Una sonrisa espontánea brota de pronto, cuando pienso que sacará un arma para defenderse porque los rumores que corren sobre Irma es que puede mostrar agresividad.

"No, yo no agredo a las personas, bueno, depende de cómo se porten porque si se burlan de mí o tratan de molestarme yo me defiendo. Pero en realidad soy muy amigable", dice Irma, que ahora luce un cabello rojizo.

Tan pronto se identifica y muestra sus recetas de medicamentos que le dan en el Seguro Popular para los nervios. También trae una foto de hace algunas ayeres, "mira aquí yo traía el Cabello rubio", comparte.

Los últimos años, Irma se gana la vida cantando en las afueras de los centros de diversión de la zona centro de la ciudad acompañada de una pequeña guitarra:

"Pero sólo en la época de festividades a mí me gusta cantar boleros, no me gusta Juan Gabriel, me gusta Agustín Lara y en los días de trabajo, como el día de las Madres, o del amor, canto: 'acuérdate de Acapulco María bonita María del almaaaaa'".

La mujer es todo un personaje de la ciudad, conoce las calles como la palma de su mano. A casi todas las personas y familias del primer cuadro revela que estudió en la escuela Corregidora.

"Mi maestra se llamó Emma Vázquez. Nosotros no éramos pudientes, mi tía era de clase media porque era maestra, aún me queda un hermano al que voy a visitar al Monterrey, él no puede venir porque está muy flaquito y está enfermo", lamenta.

Algo que se ha vuelto parte del conocimiento popular sobre Irma es que fue reina de belleza en su juventud y que era una mujer muy hermosa. Aún conserva rasgos de su estilo de vida a través de los anillos en los dedos de sus manos, el maquille y su limpieza al vestir.

"Yo tuve 7 hijos, tuve partos de gemelas y un hombre. A mí no me gustaba que nacieran gemelas, me imaginaba que eran como las que nacen pegadas, las siamesas".

Al preguntarle qué pasó con sus hijos, Irma narra que los regaló a familias que pudieran darles una vida más digna y mejor.

"No me arrepiento porque les busqué un futuro que yo no podía haberles dado, ellas estudiaron. Una es licenciada, ellas saben que soy su madre pero no me buscan".

Irma vive al lado de su hija de nombre Patricia que se dedica a la venta de ropa:

"Ella es muy buena, vivo en su casa y me dice que regrese temprano a dormir, me duermo en un mueble pero creo que ya lo van a vender a ver si alguien me regala una cama que esté pequeña, no tan grande".

No recuerda el número de la casa de su hija, sólo que es una casa celeste y se encuentra entre las calles de Chile y 16 de Septiembre del Barrio de Pajaritos.

"También algo de comida. Yo llego a mi casa después de las 6 (de la tarde) y llego al Mercado muy temprano. Siempre estoy por donde está la virgen de Guadalupe, porque ahí me invitan a comer".