Guadalupe y sus padres necesitan mucha ayuda
A Guadalupe de 37 años y a sus padres se les podía ver afuera de la Iglesia el Refugio. Durante muchos años fue su lugar para pedir el apoyo de los ciudadanos, monedas que al final del día le servían para comprar alimentos.
Ahora la situación de esta familia empeora: ya no tienen permiso de dedicarse a la actividad de recaudar monedas.
En consecuencia, la pobreza en la que viven es mucho más cruda después de dos años de pandemia.
Lo que hacen para sobrevivir es subir a las faldas de la sierra a cortar hierbas medicinales que después tratan de vender.
A María de Jesús le han dado 3 paros cardiacos, su esposo Dionisio padece de gastritis y enfermó de una rodilla, situación que le impide subir a la sierra a cortar hierbas.
La vivienda que habitan está a punto de caerse, el piso de tierra cuando llueve se transforma en lodazal por culpa de la infinidad de goteras, pero sobre todo por culpa de la pobreza extrema que a ellos les tocó.
Cuidar de una persona con discapacidad como Guadalupe cuesta mucho, hay que comprar pañales desechables y sin la actividad que ejercían en la vía pública ya no es posible.
A esta familia le falta todo: atención médica, vivienda digna, alimentos, amor y esperanza, mucha esperanza para seguir adelante a pesar de las condiciones en las que viven.
Entre todos, comunidad y autoridades, podemos lograr que la vida para estos 3 seres humanos sea más amable y menos dura.
Se necesitan materiales para reconstruir la vivienda, láminas y madera, cemento.
También pueden donar alimentos, sillas mesa, estufa, tanque de gas, camas en buen estado, cobijas.
María de Jesús, Dionisio y Guadalupe viven en la Colonia Enrique Lara, Calle Pedro de la Carrier manzana 11 lote 11, entre calles Salvador Mora y Francisco Varela.
Ellos no tienen celular. Si no pueden ir hasta el domicilio, contacten o manden mensaje a la página Karitas Felices, quienes harán llegar su apoyo a esta familia necesitada.