Fugas, drenajes colapsados y baches, desde la Unidad Luis Echeverría hasta la colonia Nacozari

Una cadena de problemáticas relacionadas con los servicios públicos ha encendido el malestar entre los vecinos de varios sectores de la ciudad. 

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Una cadena de problemáticas relacionadas con los servicios públicos ha encendido el malestar entre los vecinos de varios sectores de la ciudad. 

Desde la calle Quinta, en la Unidad Habitacional Luis Echeverría Alvarez, pasando por la calle Fresno en el Fraccionamiento Las Flores, hasta llegar a la calle 27 Juárez en la colonia Nacozari, los residentes enfrentan diariamente fugas de agua potable, drenajes colapsados y como si fuera poco, baches profundos que dañan vehículos. 

En la Unidad Habitacional Luis Echeverría Alvarez, el escurrimiento constante de aguas potables por la calle Quinta se ha vuelto parte del paisaje. 

Las banquetas están siempre húmedas y ya se respira mal olor. 

“Ya no se puede caminar tranquilo. Siempre está mojado y apestoso, y nadie viene a hacer nada”, comentaron los vecinos habitantes de la zona.

“En el Fraccionamiento Las Flores, sobre la calle Fresno, los drenajes rebosan y las aguas residuales recorren libremente la calle, aparte tenemos que lidiar con el foco de infección que son las aguas negras”, señaló la señora Martha vecina afectada.

La situación se agrava en la colonia Nacozari, específicamente en la calle 27 Juárez, donde además de las fugas de agua potable que afectan la presión en los hogares, hay enormes baches que han dejado más de un automóvil averiado. 

“Aquí los carros caen y truenan las llantas o los amortiguadores y lo peor es que no se ve cuándo lo vayan a arreglar”, comentaron.

Vecinos de estas tres colonias coinciden en que las condiciones de las calles representan ya no solo una molestia, sino un verdadero riesgo para la salud y la seguridad. 

Solicitan a la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA), así como al Ayuntamiento, una atención integral urgente: reparación de fugas, desazolve de drenajes y rehabilitación del pavimento dañado.

Mientras tanto, entre baches, malos olores y escurrimientos, los habitantes de estos sectores intentan adaptarse a un entorno que parece haber sido olvidado por las autoridades.