Estilista emprendedora, Alma no se rinde
Aprendió en un CEDIF, luego trabajó en una estética, finalmente decidió poner la suya en el corazón de Victoria. Hace malabares para pagar renta, servicios y cumplir con el pago de impuestos. Cortes económicos, pero de mucha calidad.
Compartir:
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Alma Reyes es una estilista emprendedora que no se rinde ante la adversidad. Su local Unisex ubicado sobre el 5 y 6 bulevar Praxedis Balboa, es uno de los más concurridos gracias a sus buenos precios y calidad del servicio.
Una de las zonas más "duras" de la ciudad para desarrollar un negocio es donde se ubica "Estética Alma". Los locales están en malas condiciones y las rentas son caras, además la afluencia de personas es limitada, debido a que muchos locales han cerrado sus puertas.
"Aquí me cobran 2 mil 500 pesos por ser una buena zona comercial. El cuarto yo lo he tenido que acondicionar, tenía piso de tierra y yo le puse de cemento", señala Alma.
Apenas hace un año y medio que llegó al local y la clientela de la colonia donde vive la ha seguido en busca de sus servicios.
"Yo tenía mi negocio en casa, ya con muchos clientes, mujeres y hombres de todas las edades, pero me arriesgué a emprender aquí en el centro de la ciudad. No es fácil, hay que tener valentía porque prácticamente vivo aquí con mi hijo".
El pequeño cuarto de techo de lámina es suficiente para que Alma trabaje todos los días de 8 de la mañana a 8 de la noche, en un espacio acondicionó una pequeña cocina para no gastar en comidas, un abanico les ayuda a soportar el calor.
"No es fácil mantenerse en un negocio así, donde no hay comodidades pero el esfuerzo se hace. El día que llovió mucho el agua se metió al cuarto y ya lloraba, pero ya lo mandé arreglar".
En tiempos de dificultad económica, luchar por mantener un negocio es una proeza, más con los nuevos requerimientos de la Secretaría de Hacienda.
"Con lo del SAT me tuve que meter de lleno a aprender muchas cosas, no tengo para pagar un contador, así que fui a rentar una computadora y así estar al corriente. Es muy difícil para las personas mayores que tienen negocios estar al día, por ello muchos prefirieron cerrar".
ESTUDIÓ EN UN CEDIF
Apenas había egresado de la secundaria cuando decidió entrar al CEDIF Clarita Nava para estudiar el curso de estilista, después uno de informática y por último de masajes.
"Pagábamos 30 pesos por mes, casi era gratuito y me sirvió bastante estoy muy agradecida porque en las prácticas íbamos a las casas hogar a cortarles el pelo a los niños y a los viejitos. También íbamos con los presos al penal, cuando empecé a trabajar como empleada en una estética yo ya sabía hacer casi todo el trabajo".
Lleva 12 años como estilista Unisex, parte de las destrezas las adquirió en su trabajo en una estética del 6 bulevar, con Doña Olga.
"Ahí había trabajo todo el día, asistían por lo regular policías y militares a hacerse la barba, el bigote y cortarse el cabello. Saliendo de ahí a las 6 de la tarde, ya me estaban esperando clientes en mi casa y le daba hasta las 10 de la noche".
A estética Alma acuden personas de todas las edades.
"Los señores de edad vienen a hacerse la barba y bigote, vienen estudiantes, empleadas de gobierno, viene todo tipo de personas. La moda ahora son los cortes tipo mohicano y para las mujeres las mechas platinadas. Me actualizo a través de los tutoriales en internet, tenemos un grupo donde todos nos ayudamos y compartimos experiencias".
El corte de cabello escolar cuesta 30 pesos, un corte de moda 50, hacer la barba 80 pesos y unos rayos pueden costar desde 250 pesos, según el largo del cabello.
Aquí también se hacen peinados, alaciados, maquillaje y se corta el pelo con tijeras para las personas que no se acostumbran a los cortes con la máquina.
Con el oficio de estilista Alma ayuda a su esposo con el gasto familiar y a pagar los estudios de sus tres hijos.
"No puedo decir que me va súper pero sí se saca para pagar la renta. Digamos que se va sobreviviendo, aunque sea difícil nunca he pensado en cerrar el negocio, siempre pienso en seguir adelante y luchar".
Una de las zonas más "duras" de la ciudad para desarrollar un negocio es donde se ubica "Estética Alma". Los locales están en malas condiciones y las rentas son caras, además la afluencia de personas es limitada, debido a que muchos locales han cerrado sus puertas.
"Aquí me cobran 2 mil 500 pesos por ser una buena zona comercial. El cuarto yo lo he tenido que acondicionar, tenía piso de tierra y yo le puse de cemento", señala Alma.
Apenas hace un año y medio que llegó al local y la clientela de la colonia donde vive la ha seguido en busca de sus servicios.
"Yo tenía mi negocio en casa, ya con muchos clientes, mujeres y hombres de todas las edades, pero me arriesgué a emprender aquí en el centro de la ciudad. No es fácil, hay que tener valentía porque prácticamente vivo aquí con mi hijo".
El pequeño cuarto de techo de lámina es suficiente para que Alma trabaje todos los días de 8 de la mañana a 8 de la noche, en un espacio acondicionó una pequeña cocina para no gastar en comidas, un abanico les ayuda a soportar el calor.
"No es fácil mantenerse en un negocio así, donde no hay comodidades pero el esfuerzo se hace. El día que llovió mucho el agua se metió al cuarto y ya lloraba, pero ya lo mandé arreglar".
En tiempos de dificultad económica, luchar por mantener un negocio es una proeza, más con los nuevos requerimientos de la Secretaría de Hacienda.
"Con lo del SAT me tuve que meter de lleno a aprender muchas cosas, no tengo para pagar un contador, así que fui a rentar una computadora y así estar al corriente. Es muy difícil para las personas mayores que tienen negocios estar al día, por ello muchos prefirieron cerrar".
ESTUDIÓ EN UN CEDIF
Apenas había egresado de la secundaria cuando decidió entrar al CEDIF Clarita Nava para estudiar el curso de estilista, después uno de informática y por último de masajes.
"Pagábamos 30 pesos por mes, casi era gratuito y me sirvió bastante estoy muy agradecida porque en las prácticas íbamos a las casas hogar a cortarles el pelo a los niños y a los viejitos. También íbamos con los presos al penal, cuando empecé a trabajar como empleada en una estética yo ya sabía hacer casi todo el trabajo".
Lleva 12 años como estilista Unisex, parte de las destrezas las adquirió en su trabajo en una estética del 6 bulevar, con Doña Olga.
"Ahí había trabajo todo el día, asistían por lo regular policías y militares a hacerse la barba, el bigote y cortarse el cabello. Saliendo de ahí a las 6 de la tarde, ya me estaban esperando clientes en mi casa y le daba hasta las 10 de la noche".
A estética Alma acuden personas de todas las edades.
"Los señores de edad vienen a hacerse la barba y bigote, vienen estudiantes, empleadas de gobierno, viene todo tipo de personas. La moda ahora son los cortes tipo mohicano y para las mujeres las mechas platinadas. Me actualizo a través de los tutoriales en internet, tenemos un grupo donde todos nos ayudamos y compartimos experiencias".
El corte de cabello escolar cuesta 30 pesos, un corte de moda 50, hacer la barba 80 pesos y unos rayos pueden costar desde 250 pesos, según el largo del cabello.
Aquí también se hacen peinados, alaciados, maquillaje y se corta el pelo con tijeras para las personas que no se acostumbran a los cortes con la máquina.
Con el oficio de estilista Alma ayuda a su esposo con el gasto familiar y a pagar los estudios de sus tres hijos.
"No puedo decir que me va súper pero sí se saca para pagar la renta. Digamos que se va sobreviviendo, aunque sea difícil nunca he pensado en cerrar el negocio, siempre pienso en seguir adelante y luchar".