Es Náhuatl, abuela emprendedora y ejemplar
De origen Náhuatl dejó su pueblo en Veracruz hace 10 años. Vende plantas de ornato y sueña con confeccionar los vestidos de su tierra natal
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- "Mi sueño es confeccionar los vestidos que usamos en mi pueblo y traerlos a vender al puesto ambulante, ya tengo una máquina de coser".
Eufrasia Martínez es una mujer Náhuatl que lleva 10 años trabajando en las calles de Victoria.
Ahora mismo vende plantas de ornato pero su espíritu emprendedor podría llevarla más allá de lo sueños que alberga desde que vivía en Orizaba, Veracruz.
Además de una mujer emprendedora y de gran corazón, Eufrasia es una abuela ejemplar. A diario se le puede ver en convivencia con sus nietas mientras atiende la venta de plantas, sobre la calle 10 Hidalgo.

Ahí se da tiempo para enseñarles los valores y el dialecto de su raza, además de mostrarles que la pobreza se supera con trabajo.
Sus más de 60 años de edad no le pesan a la mujer que hace 10 decidió salir del pueblito donde no había esperanza para vender las artesanías y plantas de la región.
"Hace 10 años salí con mis hijos, ahora tengo 5 nietos, 3 niñas y 2 varones a los que enseño el dialecto náhuatl”, dice.
“Cuando vamos a mi pueblo, mis nietas llevan el vestido típico que les he confeccionado con mi máquina de coser", comenta Eufrasia con orgullo hacia la vestimenta típica de su grupo étnico.
El vestido que lleva puesto lo confeccionó a mano; la blusa lleva flores a base de listón, la falda es de vuelo y con fondo blanco de hermosos diseños.
"Es el vestido de las mujeres de mi pueblo, siempre he querido ponerlos a la venta, y así honrar mi tradiciones y a la mujer Mexicana, no quisiera se pierda la tradición”, expresa.
- Palma de Madagascar grande 200 pesos
- Palma de Madagascar chica 30 pesos
- Camote de tulipán 10 pesos
- Camote de nardo 20 pesos
- Coronas de Cristo 100 pesos
- Rosa del desierto doble 200 pesos
- lirio 300 pesos
El puesto ambulante de Eufrasia Martínez se encuentra sobre la calle 10 con Hidalgo, en el centro de la ciudad.
“Están por llegar más plantas en la presente semana, es el tiempo de sembrar ya que se acerca la primavera, nos llegarán tulipanes", dice con emoción Eufrasia Martínez.
Eufrasia Martínez es una mujer Náhuatl que lleva 10 años trabajando en las calles de Victoria.
Ahora mismo vende plantas de ornato pero su espíritu emprendedor podría llevarla más allá de lo sueños que alberga desde que vivía en Orizaba, Veracruz.
Además de una mujer emprendedora y de gran corazón, Eufrasia es una abuela ejemplar. A diario se le puede ver en convivencia con sus nietas mientras atiende la venta de plantas, sobre la calle 10 Hidalgo.

Ahí se da tiempo para enseñarles los valores y el dialecto de su raza, además de mostrarles que la pobreza se supera con trabajo.
Sus más de 60 años de edad no le pesan a la mujer que hace 10 decidió salir del pueblito donde no había esperanza para vender las artesanías y plantas de la región.
"Hace 10 años salí con mis hijos, ahora tengo 5 nietos, 3 niñas y 2 varones a los que enseño el dialecto náhuatl”, dice.
“Cuando vamos a mi pueblo, mis nietas llevan el vestido típico que les he confeccionado con mi máquina de coser", comenta Eufrasia con orgullo hacia la vestimenta típica de su grupo étnico.
El vestido que lleva puesto lo confeccionó a mano; la blusa lleva flores a base de listón, la falda es de vuelo y con fondo blanco de hermosos diseños.
"Es el vestido de las mujeres de mi pueblo, siempre he querido ponerlos a la venta, y así honrar mi tradiciones y a la mujer Mexicana, no quisiera se pierda la tradición”, expresa.
- Palma de Madagascar grande 200 pesos
- Palma de Madagascar chica 30 pesos
- Camote de tulipán 10 pesos
- Camote de nardo 20 pesos
- Coronas de Cristo 100 pesos
- Rosa del desierto doble 200 pesos
- lirio 300 pesos
El puesto ambulante de Eufrasia Martínez se encuentra sobre la calle 10 con Hidalgo, en el centro de la ciudad.
“Están por llegar más plantas en la presente semana, es el tiempo de sembrar ya que se acerca la primavera, nos llegarán tulipanes", dice con emoción Eufrasia Martínez.