Empiezan a hacerle justicia a Juan

Uno de los que lo abusaron sexualmente cuando tenía 12 años, fue declarado formalmente preso. Su madre exige una sentencia ejemplar

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La buena noticia para Esther, madre de Juan, menor que fue abusado sexualmente por tres microbuseros de la ruta 30 Libertad-Torres, es que se dictó auto de formal prisión a uno de los violadores.

Esther quiere la pena de muerte para los que abusaron de la integridad de su hijo Juan, que tenía 12 años en el tiempo que se cometió el abuso sexual, pero también sabe que en México no es posible. 

"Es Juan Eduardo Gallegos, preso en el penal de Matamoros al que se le dictó el auto de formal prisión... sólo falta la sentencia que espero sea la pena máxima de 30 a 40 años, aunque a esos perros los deberían matar o quemar vivos para que no sigan dañando a inocentes", dice con rabia Esther.

Empiezan a hacerle  justicia a Juan

 

Los hechos ocurrieron el 31 de marzo de 2016, alrededor de las 7 de la noche cuando el hijo de Esther salió de la casa en su bicicleta aprovechando que la mamá había ido a buscar trabajo. 

“Lo drogaron  con un refresco para aprovecharse de él. Ya antes le habían ofrecido trabajo para lavar las unidades y yo siempre le dije que no”, comenta la señora. 

Para Esther es un avance que se dictara auto de formal prisión en contra de Juan Eduardo Gallegos, que se encontraba amparado con ayuda del juez Rodrigo Allen Ortiz Orozco. 

"El amparo 666/2017, que nunca debió proceder pues se trata de un delito grave por el que no se debe recibir protección federal, impedía que se procediera a la formal prisión. Ahora sólo falta que se dicte sentencia”, comenta. 

El careo entre Juan Eduardo Gallegos y su hijo Juan no se realizó debido al informe del psicólogo que consideró que el menor no está en posibilidades de un careo, por el daño psicológico que presenta.

"Así mismo, el microbusero no presentó pruebas a su favor y sólo se presentó un testigo falso, que habló mal de mi hijo y elogió a más no poder al Gallegos. Por eso sospecho que ese hombre que testificó en contra de mi hijo es el tercer violador, el que anda prófugo". 

Empiezan a hacerle  justicia a Juan

Mientas esperan justicia y castigo para los tres violadores, Esther y su hijo Juan se han cambiado nuevamente de casa, temen por su integridad al ventilar el caso a la opinión pública. 

“Por culpa de ellos tuvimos que dejar nuestra casa, aquí vivimos muy mal, no hay agua y hay muy poca luz. Nos vendieron este predio en abonos, no es justo que ellos estén muy felices, mientras nosotros tenemos que escondernos como si fuéramos los delincuentes”, lamenta.

Esther confía en que el doble infierno que han vivido, con el abuso sexual y la posterior ausencia en la aplicación de la ley, sea superado. Ya ve signos de que van por ese camino.