El “Güero” ya no espera solo: la promesa fue cumplida al lomito fiel
Ciudad Victoria, Tamaulipas.— Durante semanas, el “Güero” se quedó ahí, echado frente a la casa, con la mirada fija en la puerta por donde su dueño solía salir cada mañana.
No entendía por qué de pronto ya no volvía.
A ratos solo observaba, como esperando que en cualquier momento aquel rostro familiar apareciera.
Su historia conmovió a vecinos y conocidos: el fiel perrito que no se movía del lugar donde vivió con su dueño, quien lamentablemente falleció hace más de un mes.
Pero el “Güero” no se quedó solo, la familia del fallecido cumplió su palabra, lo cuidan, lo alimentan y sobre todo le dan el cariño que merece.
Hoy, el “Güero” luce distinto, se le ve feliz, con la cola en alto y una correa que simboliza que ya no está solo.
Ha vuelto a caminar con compañía, a recibir caricias y aunque aún extraña a su humano ha encontrado consuelo en el amor de quienes decidieron no dejarlo atrás.
Dicen que los perros no hablan, pero el brillo en sus ojos y el movimiento de su cola dicen todo lo que no puede expresar con palabras.
El “Güero” es más que una historia triste; es testimonio de lealtad, de duelo… y también de esperanza.
Porque a veces, el corazón roto de un perrito puede empezar a sanar con una simple promesa cumplida.