Don Panchito “La Maquinita” y su hijo Balam “El Jaguar”, unidos por el boxeo 

Entrenador de box, tiene en su hijo a su mejor pupilo #HistoriasCotidianas #5inco 
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Don Panchito, ‘la maquinita’, no necesita de lujosos gimnasios de boxeo, ni mucho menos de academias o cuadriláteros para entrenar a su hijo.

Francisco Hernández, su verdadero nombre, lleva 18 años entrenando a Balam ‘Jaguar Hernández’, en las sencillas instalaciones de la Unidad Deportiva Siglo XXI.

Manoplas y guantes es todo lo que ellos necesitan para entrenar y para prepararse para una pelea profesional, como la que se aproxima en agosto, en Matamoros.

Son aproximadamente dos horas las que aquí entrenan. Llegan desde las 6 de la mañana. 

Gracias a su empeño y dedicación, don Panchito ha logrado que a su hijo le den peleas en muchas partes del país.

Balam ‘El Jaguar’ ha boxeado en la Ciudad de México, en Baja California, en Sinaloa. Ha ido también tres veces a Cancún.

“Llevamos 37 peleas, de esas hemos ganado 20, algunas por nocaut y otras por decisión”, comenta el orgulloso padre.

Hoy, los golpes de Balam ‘Jaguar’ Hernández se escucharon por todo el Planetario, sin importar el área donde te encontraras se oía su puño de acero.

La gente que regularmente acude aquí, a ejercitarse, ya los conoce, la mayoría se detiene a saludarlos. Son muy apreciados.

Balam ‘El Jaguar’ también entrena sus piernas, corre a gran velocidad por cuestas y zonas planas de la Unidad Deportiva. Él es más serio, siempre anda muy concentrado en sus ejercicios.  

Su padre es más sociable, saluda y sonríe a todos. Si tiene oportunidad hasta platica con la gente.

Ambos llegan a pie al Planetario, vienen desde la colonia Tamaulipas, cruzan el río San Marcos.

Son originarios de la Ciudad de México, pero llevan muchos años viviendo en Victoria.

Don Panchito ‘la maquinita’, vive de sus ingresos como entrenador de box, actividad que desempeña en el gimnasio José Sulaimán.

“Entreno a 27 chavos, cada uno me paga 100 pesos a la semana”, finaliza diciendo el entusiasta Panchito.