Convierte la piel en verdadero arte
Heredó de su padre el oficio de talabartero; ahora enseña a su hijo. Lo mismo fabricó las polainas a Jaime "El Bronco" Rodríguez, que ha hecho trabajos para Vicente Fox y Martha Sahagún. La esposa de Gerardo fue su impulso e inspiración para abrir el negocio
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Las polainas que usó Jaime Rodríguez "El Bronco" en su toma de protesta como gobernador de Nuevo León se hicieron aquí en el taller del ingeniero Gerardo Rivera Fernández, un virtuoso en uno de los oficios más tradicionales de nuestro país: la talabartería.
Hace escasos 8 meses y después de un gran sacrificio, ubicado en el 15 y 16 Veracruz, abre sus puertas talabartería R & R, una nueva historia para el ingeniero Gerardo y su esposa Verónica Reyna cuya aportación al taller es primordial.

"Cada partícula tiene algo de ella, incluso fue mi esposa quien consiguió un crédito para abrir el negocio porque antes estaba yo con mi papá en el 5 y 6".
Las monturas de caballo, los cintos piteados, las carteras, polainas, y ahora hasta las fundas para smartphones a base de pieles de vacuno, cabra y cerdo, son algunos artículos que se venden en el taller R & R de la capital tamaulipeca, gracias al talento del ingeniero y de su hijo Sebastián que ya comienza a ayudarlo durante las vacaciones.

"Un cinto de piel de vacuno cuesta 500 pesos pero te durará de 15 a 30 años. Lo mismo que una cartera de 200 pesos, es algo que nunca va a pasar de moda para los hombres de campo que ahora necesitan funda para celulares".
Otro de los trabajos que mandan hacer con frecuencia son las sillas de montar. El trabajo tiene un costo de 5 mil pesos o las polainas para proteger las piernas de las rasgaduras de animales como las vacas o los caballos, mientras los hombres de campo andan en sus labores.

"Le hicimos polainas al Bronco de Nuevo León, también han mandado hacer trabajos para Vicente Fox y Martha Sahagún, y se han enviado artículos hechos por nosotros a Sudamérica y España".
HERENCIA DE SU PADRE ANDRÉS RIVERA
El ingeniero civil relata que aprendió la talabartería de su padre Andrés Rivera que aún vive y quien fundó el negocio del 5 y 6 Hidalgo toda una tradición en Victoria.
"Nosotros llegamos de Rayón, San Luis Potosí a Tampico, por motivos de trabajo de administrador de mi papá. Llegamos a Ciudad Victoria, a inicios de los años sesenta".

Don Andrés Rivera, padre del ingeniero, trabajaba entonces con un señor adinerado de origen español quien era dueño del equipo de fútbol Tampico.
"Mi padre inicia en la talabartería porque un señor le debía dinero y le paga la deuda con todo los artículos de un taller, desde herramientas, pieles en crudo, monturas de caballo, iniciando mi papá con todo esos artículos un negocio en el 5 y 6 Hidalgo en un terreno muy grande" .
Al paso del tiempo el ingeniero Gerardo aprende el oficio de su padre y otros talabarteros famosos como Mariano Meléndez y Candelario García.
"La ayuda de mi papá es invaluable desde luego porque mientras trabajé con él me ayudó con el estudio de mis hijos y me enseña parte de lo que sé".
Pero la gran Victoria del ingeniero Gerardo y su esposa Verónica es lograr iniciar con un negocio de su propiedad.
"Ahora sí que el éxito es de ella porque me animó a abrir el negocio y a tener esperanza. En momentos que es difícil invertir y que sabes que te estás jugando todo, pero hay mucha esperanza porque la talabartería es un oficio que siempre se va a necesitar".
Al lado del ingeniero está su hijo Sebastián que ya comienza a colaborar y que sabe que la mejor herencia que le puede dejar su padre es el oficio de la talabartería y continuar la tradición.
"Hace poco hicimos unos collares para unos tigres, también hacemos collares para perros", manifiesta con orgullo Sebastián.
Otro de los trabajos que recomiendan a Gerardo Rivera son los chalecos bordados de un grupo de motociclistas y las camisetas de la PGR.

Aquí se hacen todos los trabajos, no hay límite. Si me dicen que forre un sombrero también lo forro, el trabajo se debe mandar hacer con siete días de anticipación.
La talabartería R & R también tiene página de Facebook, ahí encontrará las mejores muestras de su trabajo. Apoyemos al comercio local.
Hace escasos 8 meses y después de un gran sacrificio, ubicado en el 15 y 16 Veracruz, abre sus puertas talabartería R & R, una nueva historia para el ingeniero Gerardo y su esposa Verónica Reyna cuya aportación al taller es primordial.

"Cada partícula tiene algo de ella, incluso fue mi esposa quien consiguió un crédito para abrir el negocio porque antes estaba yo con mi papá en el 5 y 6".
Las monturas de caballo, los cintos piteados, las carteras, polainas, y ahora hasta las fundas para smartphones a base de pieles de vacuno, cabra y cerdo, son algunos artículos que se venden en el taller R & R de la capital tamaulipeca, gracias al talento del ingeniero y de su hijo Sebastián que ya comienza a ayudarlo durante las vacaciones.

"Un cinto de piel de vacuno cuesta 500 pesos pero te durará de 15 a 30 años. Lo mismo que una cartera de 200 pesos, es algo que nunca va a pasar de moda para los hombres de campo que ahora necesitan funda para celulares".
Otro de los trabajos que mandan hacer con frecuencia son las sillas de montar. El trabajo tiene un costo de 5 mil pesos o las polainas para proteger las piernas de las rasgaduras de animales como las vacas o los caballos, mientras los hombres de campo andan en sus labores.

"Le hicimos polainas al Bronco de Nuevo León, también han mandado hacer trabajos para Vicente Fox y Martha Sahagún, y se han enviado artículos hechos por nosotros a Sudamérica y España".
HERENCIA DE SU PADRE ANDRÉS RIVERA
El ingeniero civil relata que aprendió la talabartería de su padre Andrés Rivera que aún vive y quien fundó el negocio del 5 y 6 Hidalgo toda una tradición en Victoria.
"Nosotros llegamos de Rayón, San Luis Potosí a Tampico, por motivos de trabajo de administrador de mi papá. Llegamos a Ciudad Victoria, a inicios de los años sesenta".

Don Andrés Rivera, padre del ingeniero, trabajaba entonces con un señor adinerado de origen español quien era dueño del equipo de fútbol Tampico.
"Mi padre inicia en la talabartería porque un señor le debía dinero y le paga la deuda con todo los artículos de un taller, desde herramientas, pieles en crudo, monturas de caballo, iniciando mi papá con todo esos artículos un negocio en el 5 y 6 Hidalgo en un terreno muy grande" .
Al paso del tiempo el ingeniero Gerardo aprende el oficio de su padre y otros talabarteros famosos como Mariano Meléndez y Candelario García.
"La ayuda de mi papá es invaluable desde luego porque mientras trabajé con él me ayudó con el estudio de mis hijos y me enseña parte de lo que sé".
Pero la gran Victoria del ingeniero Gerardo y su esposa Verónica es lograr iniciar con un negocio de su propiedad.
"Ahora sí que el éxito es de ella porque me animó a abrir el negocio y a tener esperanza. En momentos que es difícil invertir y que sabes que te estás jugando todo, pero hay mucha esperanza porque la talabartería es un oficio que siempre se va a necesitar".
Al lado del ingeniero está su hijo Sebastián que ya comienza a colaborar y que sabe que la mejor herencia que le puede dejar su padre es el oficio de la talabartería y continuar la tradición.
"Hace poco hicimos unos collares para unos tigres, también hacemos collares para perros", manifiesta con orgullo Sebastián.
Otro de los trabajos que recomiendan a Gerardo Rivera son los chalecos bordados de un grupo de motociclistas y las camisetas de la PGR.

Aquí se hacen todos los trabajos, no hay límite. Si me dicen que forre un sombrero también lo forro, el trabajo se debe mandar hacer con siete días de anticipación.
La talabartería R & R también tiene página de Facebook, ahí encontrará las mejores muestras de su trabajo. Apoyemos al comercio local.