‘Chucho’ es un guerrero que gana todos las batallas
A sus 13 años, pese a enfrentar diversos obstáculos como la hidrocefalia con parálisis cerebral, aún tiene la magia de sonreír. Requiere de una silla de ruedas más amplia, de un nebulizador y de despensa.
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Ciudad Victoria, Tamaulipas.- “Hidrocefalia con parálisis cerebral”, fue el diagnóstico que dio el médico cuando nació Jesús Antonio Rubio Martínez. Ya pasaron 13 años y el niño continúa luchando por su vida.
En el cuarto 223 del área de escolares de la clínica del Seguro Social la imagen es devastadora. A "Chucho”, como la dice su familia, le han hecho una transfusión de sangre, los estudios habían arrojado una anemia y principios de deshidratación.

El padre de Chucho (Jesús Antonio) aspira las flemas de su hijo mayor; será la segunda noche que se queden ahí. Su enésima ocasión, porque cada que cambia el clima su hijo presenta problemas respiratorios.
"Así ha sido la vida de mi hijo: vómitos por las flemas, sentir que se ahoga, desnutrición por no retener los alimentos y los líquidos. Los estudios le salieron con anemia y deshidratación", dice Mayra Nallely que ha traído de casa una cobija para que Chucho no tenga frío, pero la guardia le ha dicho que no está permitido por el reglamento.
Chucho ha identificado una nueva voz, a lo que responde con sonidos porque no puede hablar. Se muestra emocionado con la visita y con la llegada de mamá que se quedará a su lado todo el tiempo igual que desde hace 13 años.
“Yo me embaracé a los 17 años, no sabemos por qué no se pudo desarrollar bien. Recuerdo que mi esposo y yo soñábamos con su llegada y la verdad nunca esperamos que fuera así. Fue un impacto muy fuerte, pero Dios me dio la fuerza para cuidarlo a pesar de mi juventud”.
La dedicación de Mayra por su hijo es notable, empuja la silla de ruedas desde la colonia Moderna, transbordando microbuses, pero la silla es demasiado pequeña para un niño de 13 años.
"Ya no cabe en la silla y no tenemos los medios para comprar una, es una silla especial para recargar su cabeza y sostener la cadera".
El padre de Chucho es empleado de una empresa refresquera donde gana el salario mínimo: no ha logrado comprar un aparato nebulizador para Chucho, porque además debe mantener a su segundo hijo que cursa el cuarto año de primaria.
En los próximos días el padre de Chucho planea vender troles en la calle para aumentar sus ingresos y darle una vida mejor a su familia.
“Ya tenemos el triciclo y en los próximos días mi marido empezará a vender troles. La papilla de Chucho es a base de verduras y carne, a veces no hay dinero para comprar los alimentos y la papilla la hago de huevo y tortilla".
Es increíble la fuerza de Chucho que fue operado desde que tenía 3 meses de edad: le implantaron una válvula para drenar el líquido de su cabeza, las flemas lo ahogan por momentos y aún tiene la magia de sonreír y estar de buen humor.
Durante nueve años Chucho tuvo una beca para asistir al CAM Tezehualli, donde recibía terapias de estimulación, pero el apoyo concluyó.
“Tengo que buscar otra vez el apoyo, la beca era una gran ayuda para las terapias, es algo muy importante para la calidad de vida de mi hijo".
La madre de Chucho solicita la ayuda de la comunidad, tal vez alguien pueda donar una cama especial que ya no necesiten, un aparato nebulizador o despensa.
Para las ayudas pueden comunicarse al teléfono 834 180 45 57 con la señora Mayra Nallely.
La dirección de su casa es calle Flores, lote 5, número 3731 de la colonia Moderna.
"Tal vez mañana den de alta a mi hijo y regresemos a casa. Le pido a Dios me siga dando fuerzas para continuar cuidando de mi hijo mayor y de mi otro hijo que también me necesita".
En el cuarto 223 del área de escolares de la clínica del Seguro Social la imagen es devastadora. A "Chucho”, como la dice su familia, le han hecho una transfusión de sangre, los estudios habían arrojado una anemia y principios de deshidratación.

El padre de Chucho (Jesús Antonio) aspira las flemas de su hijo mayor; será la segunda noche que se queden ahí. Su enésima ocasión, porque cada que cambia el clima su hijo presenta problemas respiratorios.
"Así ha sido la vida de mi hijo: vómitos por las flemas, sentir que se ahoga, desnutrición por no retener los alimentos y los líquidos. Los estudios le salieron con anemia y deshidratación", dice Mayra Nallely que ha traído de casa una cobija para que Chucho no tenga frío, pero la guardia le ha dicho que no está permitido por el reglamento.
Chucho ha identificado una nueva voz, a lo que responde con sonidos porque no puede hablar. Se muestra emocionado con la visita y con la llegada de mamá que se quedará a su lado todo el tiempo igual que desde hace 13 años.
“Yo me embaracé a los 17 años, no sabemos por qué no se pudo desarrollar bien. Recuerdo que mi esposo y yo soñábamos con su llegada y la verdad nunca esperamos que fuera así. Fue un impacto muy fuerte, pero Dios me dio la fuerza para cuidarlo a pesar de mi juventud”.
La dedicación de Mayra por su hijo es notable, empuja la silla de ruedas desde la colonia Moderna, transbordando microbuses, pero la silla es demasiado pequeña para un niño de 13 años.
"Ya no cabe en la silla y no tenemos los medios para comprar una, es una silla especial para recargar su cabeza y sostener la cadera".
El padre de Chucho es empleado de una empresa refresquera donde gana el salario mínimo: no ha logrado comprar un aparato nebulizador para Chucho, porque además debe mantener a su segundo hijo que cursa el cuarto año de primaria.
En los próximos días el padre de Chucho planea vender troles en la calle para aumentar sus ingresos y darle una vida mejor a su familia.
“Ya tenemos el triciclo y en los próximos días mi marido empezará a vender troles. La papilla de Chucho es a base de verduras y carne, a veces no hay dinero para comprar los alimentos y la papilla la hago de huevo y tortilla".
Es increíble la fuerza de Chucho que fue operado desde que tenía 3 meses de edad: le implantaron una válvula para drenar el líquido de su cabeza, las flemas lo ahogan por momentos y aún tiene la magia de sonreír y estar de buen humor.
Durante nueve años Chucho tuvo una beca para asistir al CAM Tezehualli, donde recibía terapias de estimulación, pero el apoyo concluyó.
“Tengo que buscar otra vez el apoyo, la beca era una gran ayuda para las terapias, es algo muy importante para la calidad de vida de mi hijo".
La madre de Chucho solicita la ayuda de la comunidad, tal vez alguien pueda donar una cama especial que ya no necesiten, un aparato nebulizador o despensa.
Para las ayudas pueden comunicarse al teléfono 834 180 45 57 con la señora Mayra Nallely.
La dirección de su casa es calle Flores, lote 5, número 3731 de la colonia Moderna.
"Tal vez mañana den de alta a mi hijo y regresemos a casa. Le pido a Dios me siga dando fuerzas para continuar cuidando de mi hijo mayor y de mi otro hijo que también me necesita".