‘Guajolotongo’, el antojito mexicano que combina chilaquiles con un tamal

Para este frío, nada mejor que un ‘Guajolotongo’: el antojito mexicano que combina chilaquiles con un tamal.
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‘Guajolotongo’, el antojito mexicano que combina chilaquiles con un tamal y es viral en redes sociales.

En la Ciudad de México abundan los puestos de tamales, chilaquiles y uno que otro antojito para el desayuno.

Pero, ¿te imaginas tener chilaquiles y tamales en un mismo combo? Eso es lo que ofrece un ‘guajolotongo’.

El ‘guajolotongo’ combina chilaquiles y un tamal en un mismo antojito

Un usuario de Twitter hizo viral al ‘guajolotongo’, un antojito mexicano que combina chilaquiles y un tamal.

Ante la curiosidad de miles de internautas, el usuario ‘Charlygalleta’ grabó en video cómo es un guajolotongo.

El hombre que viralizó el ‘guajolotongo’, vive en Guadalajara y estaba de visita en la CDMX.

Una mañana, buscando qué desayunar en la capital, se encontró con un vendedor con varias ollas en una mesa.

“Se llama guajolotongo”, explicó el creador del rico antojito mexicano.

El vendedor preparó el ‘guajolotongo’ en un envase desechable.

Primero, colocó un tamal verde y lo partió a la mitad; luego, le puso encima unas cuantas cucharadas de chilaquiles.

Como todo buen antojito mexicano, el ‘guajolotongo’ incluye crema, queso y cebolla.

“Esto va a ser cortesía del señor de los tamales (…), cuando guste aquí estamos, menos los domingos.”

VENDEDOR

Pocas horas bastaron para que el ‘guajolotongo’ se hiciera viral en TikTok, red social donde el usuario reveló el misterioso manjar.

Así, ante el revuelo causado por el ‘guajolotongo’, el usuario Charlygalleta reveló la ubicación para comprarlo.

“Entre Holbein y Avenida Patriotismo, en la Benito Juárez.”

Algunos internautas aseguraron que irían en busca del ‘guajolotongo’, pues a simple vista “se ve que está para chuparse los dedos”.

“Yo le llamaría tamaquiles”; “Te faltó un bolillito para acompañar”; “Los chilangos hacen puras combinaciones chingonas.”

Otros más, por el contrario, destacaron que el vendedor del ‘guajolotongo’ no traía cubrebocas.

Y, por lo tanto, era “inseguro” comprarle su comida.

“Mejor que se ponga el cubrebocas”; “Está chido, pero que se suba el cubrebocas”; “Para nada seguro si el señor no sabe ni ponerse el cubrebocas”, escribieron.