Gattás gobierna a oscuras y lejos del pueblo 

Gattas

Ni en el peor momento de su gobierno Xico González se atrevió a tanto. Y vaya que fueron 24 largos meses. 

En cambio, Lalo Gattás recién cumplió 100 días como presidente municipal y no solo planteó recortar el número de sesiones de cabildo, sino que además propuso que estas sesiones fueran de carácter privado, sin que medios de comunicación ni ciudadanos pudieran tener acceso. 

¿Qué pretende esconder Gattás? ¿Por qué quiere gobernar en lo oscurito?

Imagine el grado de frustración y desesperación del alcalde que ni siquiera estaba enterado que es ilegal reducir el número de sesiones de cabildo, pues viola el Código Municipal para el Estado de Tamaulipas. 

Tuvo que ser el regidor priista Horacio Reyna quien evitó el ridículo del cuerpo edilicio, oponiéndose a la propuesta. Siendo respaldado por el regidor Alejandro Ceniceros, del PT. 

La contundencia de sus argumentos no le dejó salida a Gattás y al resto del cabildo, quienes terminaron por desechar la ocurrencia respaldada por el ejecutivo municipal. 

De los 43 alcaldes en funciones en Tamaulipas, Gattás ha sido el único que ha planteado esconderse de sus gobernados y de paso reducir sus horas de trabajo, y todo eso con menos de cuatro meses en el cargo. 

Si la falta de resultados no era suficiente para darnos cuenta que Lalo Gattás no sabe cómo gobernar la capital del Estado, sus malas decisiones al frente de la alcaldía lo han dejado muy claro. 

Por eso Gattás no tiene el respaldo del pueblo, y por eso ha buscado esconderse detrás de otros políticos y de empresarios, pues sabe que se ha ganado el repudio de la ciudadanía. 

Por eso intentó primero utilizar a Enrique Cárdenas, pero solo quedó en ridículo, pues días después de su foto, Enrique reafirmó su compromiso con el PRI. Mientras que Gattás todavía no puede explicarle a su partido porque prefiere apoyarse de otros partidos políticos. 

Después de su fracaso con la clase política, Gattás buscó el respaldo de los empresarios. Pidió ayuda a la CANACO y COPARMEX, pues coincidió con sus dirigentes cuando apoyaron a González Valderrama como precandidato. El grupo monrealista hoy defenestrado de Morena. 

De ahí se explica que el único “empresario” que declaró en favor del trabajo del alcalde, es el que no tiene una empresa propia y prefiere rentarse de palero. 

Así que superado por la clase política y tolerado por la clase empresarial, el alcalde de Victoria prefirió esconderse de los ciudadanos, a quienes no ha podido entregarles resultados. 

Por eso Gattás ya no quiere ni pararse en la Presidencia Municipal y como pretexto utiliza la nueva ola de Covid, pero que raro que hace una semana, cuando todavía hacía reuniones a modo en el patio de la alcaldía, nadie de su equipo se acordaba del coronavirus. 

La cierto es que el fantochismo como forma de gobierno no dura para siempre, porque tarde o temprano la realidad se termina imponiendo. 

Y en el caso de Gattás, su bluff apenas le ha durado 100 días, pues los baches, la basura, la corrupción y la falta de oportunidades están igual o peor que cuando Xico era el alcalde de Victoria. 

Un día sí y otro también Lalo Gattás presume que Victoria tiene servicios públicos de calidad, porque para el alcalde los servicios públicos se limitan únicamente en cortar la maleza de las calles y plazas. 

Pero cuando deja a 27 colonias sin agua por espacio de dos días, ahí el alcalde vuelve a guardar silencio, porque no tiene la menor idea de como resolver el problema. 

Si a esto se iba a limitar su gobierno, en lugar de postularse para alcalde hubiera sido mejor para todos los victorenses que Gattás se hubiera contentado con el cargo de director de Parques y Jardines, una responsabilidad que claramente sí hubiera estado a la altura de sus capacidades. 

Pues eso.